Capítulo 21 - No mires atrás...

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Touya notó que de un segundo para otro, habían desaparecido. Sintió algo viniendo hacia ella, y con su antebrazo detuvo un puñetazo. Saltó, quedando arriba de Kidoumaru. Pateó en el cuello de Sakon antes de que le atacara. Jiroubou se le acercó con intención de golpearle con el puño, ella se hizo a un lado, esquivándolo. Tomó su brazo y lo lanzó junto con Sakon y Tayuya. Cuando todos se golpearon entre sí, desaparecieron, convirtiéndose en troncos. Miró de reojo hacia atrás, allí se encontraban todos parados, mirándola con una sonrisa -Me toman en mal momento...- habló con voz amenazadora.

-Heh, deja de quejarte como un perrito apaleado- inquirió Sakon. Movió su mano en señal de que la chica se acercara -Vamos, haré una bonita melodía con tus costillas rotas. Do... Re... Mi... Fa... Sol... La... Si... Do...- Eso terminó de "molestar" a la niña. Saltó de su tronco hacia el peliazul -Yo me ocuparé- Intentó patear a la peliblanca, pero ella desvió la pierna con su brazo y le golpeó en el estómago. Cuando cayeron sobre unas maderas, el mayor no se podía mover -Mis piernas... Esos hilos- dijo furioso, viendo como la ojiazul sostenía unos hilos entre sus dedos, hilos que evitaban que él moviera sus piernas. Touya apoyó sus manos sobre la madera e intentó patear su cabeza, pero el se cubrió con un brazo, y con el otro se aferro a la extremidad de la menor. Intentó golpear con su puño, pero él otra vez lo detuvo con su mano libre, aferrándose a la mano de la ojiazul, entonces intentó patearle con su otra pierna, pero otra vez la detuvo -Déjame oír la música. ¡Do, Re!- dicho esto, lanzó a la niña contra el árbol -Wow, tus huesos tienen un tono bajo. Toquemos... Una melodía más aguda.

Alguien por detrás le empujó, y antes de caer, Kidoumaru lanzó una telaraña, ella se cubrió con sus antebrazos. El moreno movió su cabeza, haciendo que Touya también se moviera, y antes de caer, Jiroubou la golpeó, salió disparada hacia Sakon. Antes de caer, utilizó el jutsu de teletransportación, ese que casi nunca usaba. Apareció detrás del peliazul y le pateó con fuerza la espalda.

-Tienes potencial- habló por primera vez la chica del grupo -Si te quedas en esta villa, no podrás mejorar tus poderes. Nunca te harás más fuerte. Si sigues jugando con tus compañeritos, sólo te hará una perdedora.

-Ven con nosotros- dijo el gordo -Si lo haces, Orochimaru-sama te dará poder.

-¿Qué quieres hacer? Dilo claramente, no nos hagas perder el tiempo- bufó Sakon -¿Vienes con nosotros o no? Aunque, no tiene sentido que te obliguemos a acompañarnos. Orochimaru-sama es problemático, querer a una chica, me dan ganas de matarte.

-Inténtalo- habló, mostrando su sharingan y con unas marcas negras en toda la parte izquierda de su cuerpo. Corrió hacia ellos.

-Tienes... El sello....- masculló el peliazul sorprendido. Antes de que la menor le golpeara, él la detuvo -Tú no eres la única en la que Orochimaru-sama se ha fijado- movió su mano para quitar su cabello de la mitad derecha de su cara, en donde tenía las mismas marcas que la peliblanca -Parece que no controlas el poder del sello. Si lo sacas por mucho tiempo... Bocado a bocado, el sello consumirá todo tu cuerpo. Tú sigues en las primeras facetas, así que el proceso todavía es muy lento. Una vez que te haya consumido completamente... Perderás la cabeza, para siempre.

-A cambio de poder- habló la pelirosada -Nos hemos convertido en sirvientes de Orochimaru. Hemos perdido nuestra libertad. Para conseguir algo... Tienes que sacrificar algo a cambio. ¿Cuál es tu meta? ¿Vas a olvidar tus obligaciones y vas a pasar el resto de tu vida jugando con los niñatos de la hoja?- abrió un poco más sus ojos, ella tenía razón, tenía una meta y no la podía conseguir estando en la villa.

-Nunca olvides tus metas, esta villa sólo te está entorpeciendo, corta ya con tus inútiles compañeros, es la única forma de que te vuelvas más fuerte- tiene razón... -No olvides tus metas- De un salto desaparecieron.

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Estaba de pie, mirando una foto en su mesita de noche. Era una foto del equipo 7. Sonrió nostálgicamente, al recordar el día en el que se tomó esa foto, el día en el que ella ya pertenecía oficialmente a su mundo. Kakashi se encontraba sonriendo, con sus manos en las cabezas de Naruto y Sasuke, quiénes se veían fastidiados entre ellos, en medio Sakura sonriendo, con sus dos puños junto a la cara, y junto a ella, al lado también de Sasuke; estaba ella, sonriendo con su boca encorvada como un gato, con las mejillas rosadas y dos dedos levantados en una mano. Tomó la foto y la guardó en la mochila que llevaba en la espalda -Natural... Cuando pase eso, sólo junta tu chakra en un punto.

-Sí, lo comprendo. Pero... ¿Estás segura de irte, niña?

-Sakon me lo dijo, no debo abandonar mis metas. Es verdad el hecho de que la aldea me estorba...- soltó una risa -Aunque es un poco redundante que me vaya de la aldea que me estorba para protegerla. Cerró su habitación, analizándola por última vez, y caminando hacia la salida de Konoha. En la entrada, se encontró a Sakura sentada -¿Qué haces aquí sola a medianoche?

La pelichicle miró con asombro y algo de miedo la mochila que llevaba su compañera en la espalda -Cualquier persona que se vaya debe pasar por aquí... Siempre por esta calle.

-Deberías volver a la cama- siguió caminando, apretando sus ojos cristalinos.

-Siempre te envidiaba y retaba... ¿Recuerdas? Cuando nos graduamos y nos hicimos equipo... Ese día pensé que sería un infierno tener a Naruto y a ti en mi equipo- rió nostálgica.

-No lo recuerdo- respondió secamente. Sakura arqueó sus cejas, en señal de tristeza, y bajó un poco la mirada.

-Heh... Me lo suponía... Pasó hace mucho- trató de excusar -Pero desde ese día, tú y yo, Naruto, Sasuke-kun y Kakashi-sensei... Los 5 hemos completado muchas misiones... Era cansado y difícil, pero más que eso, me hacía muy feliz- pequeñas lágrimas recorrían las mejillas rosas de la menor -No sé que ha pasado contigo... Y con Sasuke, es como si los dos hubieran cambiado de personalidades... Pero si así es, no busques algo como la venganza, no le trae felicidad a nadie... No te traerá felicidad- La peliblanca trató de ignorar a la pelichicle, en verdad que no tenía ni idea de lo que buscaba, nadie la tenía -¡No te vayas!

La mayor se quedó quieta, Touya había desaparecido y ahora sentía algo detrás de ella -Sakura-san... Gracias por todo- sintió algo punzarle el corazón al decir eso. Con todo el dolor del mundo, golpeó a su ex-compañera, dejándola inconsciente.

-Le estábamos esperando, Touya-sama.

-¿Huh? ¿Qué significa esto?- preguntó algo fastidiada, mirando a "Las 4 puertas" que se encontraba delante de ella

-Desde que abandonamos la villa la hemos estado esperando. Perdona nuestras acciones anteriores.

-Está bien- movió la mano, restándole importancia -Vámonos. Esto empieza ya- caminó unos pasos hasta quedar al mismo margen que los mayores.

No mires hacia atrás...

En su mundo; t ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora