T2/Capítulo 24 - Susano'o e Izanagi

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—Sabrás bien por qué estoy aquí, ¿no?— el azabache en respuesta hizo unos sellos de manos y corrió rápidamente hacia la menor. La susodicha no se movió un centímetro, y cuando el mayor estaba a punto de golpearle, el chakra de Natural la cubrió y una cola pegó al Hokage, haciendo que cayera varios metros atrás. Entre los escombros, la peliblanca notó que ya no se encontraba allí.

Rápidamente dio la vuelta, y le vio parado sobre uno de los arcos del puente —. El poder de tu ataque era justo el que esperaba— aceptó. La ojiazul sin moverse todavía, logró que el puño de Natural impactara contra el pilar de roca. Danzo saltó y cayó de nuevo en el suelo. Repitieron el paso, y el viejo volvió a saltar.

Touya sonrió de lado —¡Amateratsu!— la flor roja de su ojo prendió unas llamas negras en el cuerpo del azabache, causando que cayera al suelo. En ningún momento la menor dejo de prestar atención, pues sabía que Danzo tenía varias oportunidades de "revivir"

—¡Touya! ¡Detrás de ti!— escuchó la advertencia de su compañera.

Volteó y vio al Hokage inhalar gran cantidad de aire, para después soltarlo —¡Futon: Shinkugyoku!— comenzó a lanzar algo que se asemejaba a unas balas de aire. La peliblanca juntó las 8 colas que tenía en ese momento detrás de ella, para que si llegaba a golpearle no fuera tan fuerte, y comenzó a saltar de roca en roca, para hacer más difícil la puntería del contrario.

En un momento al esquivar uno de sus ataques, cayó del puente. Estaba a punto de tocar el agua, cuando —¡Kuchiyose no jutsu!— hizo los sellos de manos correspondientes e invocó a un águila gigante en el cielo. Comenzó a volar sobre el animal, y quedó quieta frente al viejo.

—Amateratsu, a pasado mucho tiempo desde la última vez que lo vi— comentó el susodicho —. Es impresionante, para ser una mujer no-Uchiha. Y al parecer, has conseguido más jutsus del dichoso clan.

La peliblanca se limitó a sonreír, entrecerrando un poco los ojos y levantando las cejas —. Sí, y al parecer uno de tus ojos se ha cerrado'ttebane, ¿me equivoco?— dijo juguetona.

El azabache entrecerró los ojos igualmente, pero con aires de hostilidad y desagrado —. Tus ojos perciben bastante bien— volvió a hacer sellos de manos y a inhalar aire —¡Futon: Shinkuha!— movió su cabeza lanzando el aire. La ojiazul notó que su jutsu era tan filoso, que son sólo ese aire esparcido era capaz de romper gruesas rocas. Cuando estaba a punto de tocarla, dio un salto ligero y volvió a caer sobre su ave. Danzo al ver que se aproximaba, golpeó el suelo, levantando una mediana humareda.

La menor sacó su katana y le acertó. El hombre desapareció y la chica cayó al suelo –"Una vida menos, un ojo menos"— pensó. Miró a su alrededor analizante, y de entre los pocos escombros que quedaban, una shuriken se aproximaba a gran velocidad. Por reflejos, inclinó su cuerpo hacia atrás, haciendo que el arma pasara a unos centímetros de su cara; la shuriken chocó con una roca más atrás, y ella se pudo levantar y poner en guardia de nuevo. Por fin pudo distinguir al viejo, que se encontraba a unos metros de ella sobre otra roca, con dos shurikens en ambas manos cargadas con estilo viento. Utilizó algo parecido a lo que vio en la pelea contra Itachi; metió el filo de su katana entre la arma que el hombre había lanzado, y la chocó contra la otra. Esta salió volando hacia arriba, y la primera la lanzó de vuelta al azabache. El susodicho, al ver que su ataque era devuelto, lo chocó contra otra shuriken, desviándolas hacia los pilares.

Cortaron dos pedazos de rocas, y cayeron justo donde el Hokage, pero este, habilidosamente, las esquivó. Aunque sin darse cuenta, se dirigió exactamente a donde la peliblanca lo esperaba. Cuando la susodicha estaba a punto de pegarle con la katana, el mayor estiró su mano, con intención de tomarla por el cuello, pero al igual que pasó con "Madara", la traspasó. Touya maldijo internamente, ya que si usaba ese jutsu no podía golpearla, pero ella a él tampoco. Al menos, su águila había tomado en el aire la shuriken que había desaparecido hace unos minutos, y la lanzó contra Danzo; esta pasó "cortándole" el brazo, y en ese momento que dejó de tocar a la renegada, la susodicha desactivó el jutsu y le "cortó" justo el pecho, "atravesándole" el torso.

En su mundo; t ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora