El Guardaespaldas ©

35| Eres la única persona en la que confío, Ángel.

ESTEBAN

Seguimos acostados uno al lado del otro. Nuestros brazos en el aire, nuestras manos están entrelazadas; los ojos verdes de Ángel están explorando las diferencias en nuestra piel mientras yo sólo puedo observarla a ella mientras hace su pequeña exploración.

Hemos estado hablando sobre cómo las fiestas decembrinas pasaron desapercibidas en ambas de nuestras familias debido a todo lo ocurrido; aunque ella me ha comentado que, desde la muerte de su madre, los Woodsen no festejan la navidad ni el año nuevo.

—¿Así que no piensan hacer nada para festejar el año nuevo?

—No lo creo. Papá siempre sale de viaje de negocios, Patricia siempre hace planes con sus amigos y pues Teo, Toby y yo solemos recibir juntos el año en compañía de Galia. Al menos así ha sido desde..., desde que mamá murió. Yo sabía que Teo hacía planes con sus amigos, pero al final siempre decidía quedarse conmigo.

Nos quedamos en silencio pacífico unos minutos más.

—¿Te comenté de la reunión a la que me invitaron?

—Pensé que no tenías amigos — dice riendo y yo finjo indignación, pero no tardo en unírmele.

—Pues resulta que no sé de qué forma han conseguido mi número de celular— aunque seguramente sólo habían conseguido el de mi casa, y mi madre se encargó del resto—, y pues me hablaron hace unos días para invitarme a una especie de reunión de reencuentro. Son mis amigos de la preparatoria— sonrío—. Tengo años sin saber nada de ellos y creo que me gustaría verlos. Presentarte con ellos y fingir que somos una pareja normal, aunque sea por unas horas— le sonrío.

—Esteban Maxfield me está invitando a conocer a sus viejos amigos — coloca ambas manos extendidas sobre mi pecho, para después jugar con mi corbata—. No cabe duda que nuestra relación ya está avanzando — dice burlona.

—Eso no es una respuesta.

Entonces aproxima su rostro al mío para besar mi mejilla.

—Me encantaría ir— dice al fin, y de pronto no sé cómo sentirme al respecto. — ¿Cuándo es?— cuestiona.

—Hoy.

—¡¿QUÉ?!

Río por la expresión que ha hecho.

—Perdón, es sólo que lo olvidé por completo... por obvias razones.

Ángel se sonroja por completo y resulta encantadora.

—Pero pues ahora pienso que sería buena idea para que todos podamos recibir el año nuevo de la forma en que nos gustaría.

—Bueno, sólo te advierto que no tengo idea de cómo voy a poder tener una conversación con tus amigos cuando tengo años sin hablar con nadie más que Galia, Teo y Toby; y él no responde, así que no tengo que esforzarme mucho.

Río por lo bajo.

—Creéme que yo tampoco sé qué haré. Ya no soy ni un mínimo porcentaje del Esteban que conocían, pero Tate me dijo que crear vínculos con más personas me ayudará muchísimo a conectarme con mi vida de vuelta como civil.

—Pues creo que tiene razón. Vale, iremos a ser una pareja de inadaptados sociales.

—Me parece perfecto — sonrío—.Entonces creo que lo mejor será que ya nos levantemos. Seguramente en la casa ya deben de notar tu ausencia.