Cuando el cielo baja al infierno.

40: Escalera al cielo

Vale, esto es gracioso. Muy gracioso. 

Se supone que Wattpad me ha borrado el capi por su contenido pornográfico con intención de excitar. JAJAJAJAJA. No sé si reírme o llorar. Sí, había una escena de sexo, pero no creo que fuera tan fuerte como para privatizarlo, y menos al instante. Esto es alucinante. 

Pero bueno, la escena no es que aporte mucho a la historia, solo que alguna parte sí. Voy a retocarla a ver si me la dejan pasar, aunque sea incompleta.

Voy a ser una perra, pero he escrito uno de los últimos capítulos y ha sido tan estresante que ahora mismo mis emociones están como en shock. No sé si os transmitirá lo mismo cuando lo leáis, igual es porque esta historia está bajo mi piel. Pero ha costado escribirlo, y de hecho estoy planteando cambiarlo. Veremos...

Mi shock y yo nos vamos.

Espero que os guste este capi. Dejarme algún comentario, quiero críticas constructivas!

XXX

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–¡No hay nada que hablar! –gritó Zac a sus padres, harto– No vengáis jodiéndome ahora, cuando ni siquiera habéis sido capaces de defenderme del abuelo. No quiero oír ni una palabra en contra de mi relación con Alysse. Estamos juntos –arrimó a la muchacha más cerca de él, aseverando el hecho–. Y vamos a seguir estándolo. No vais a separarnos. Soy lo suficientemente bueno para estar con ella. Y voy a dar mi vida para protegerla si hace falta. No necesito vuestras charlas de padres perfectos que solo piensan en lo mejor para sus hijos y esas mierdas. Dejadnos en paz.

Mike levantó una mano hacia él, sonriendo amistosamente.

–Tranquilo, Zac.

–No me refería a eso –intervino Helen–. No es eso de lo que quiero hablar. Mi pa-... Costello, tiene razón. Alyson se tendrá que ir tarde o temprano. Así que vamos a hablar con sus padres para convencerles de que se quede con nosotros un poco más.

Alyson escuchó que Zac tomaba aire bruscamente.

Lo cierto era que ella también estaba sorprendida. Y nerviosa. Sus padres habían aceptado el viaje después de mucho insistir. Eran familiares y ella su única hija. La tenían en una jaula de oro. Esta era la primera vez que pasaba tanto tiempo lejos de ellos. ¿De verdad aceptarían que esa distancia se alargara más...?

–¿Cuánto tiempo? –preguntó Zac a media voz.

Aly le miró. Estaba pensativo. ¿Qué le pasaba por la cabeza?

–No sé –respondió Elena sinceramente, con una expresión bastante triste mientras observaba a la joven–. Todo el que ellos la dejen.

Se escuchó un chillido tras ellos. Clare apareció a su lado y les lanzó los brazos alrededor.

–Sí, sí, sí –celebró la enana.

Miró por encima del hombro a sus padres con la súplica en los ojos.

–Por favor. Insistirles. Quiero tener a mi hermana aquí más tiempo.

Todos sonrieron con ternura ante eso.

Alyson realmente se había hecho un hueco en la familia, y en sus corazones.

Zac besó la cabeza pelirroja de la muchacha en un gesto que asombró a sus padres. No solían ver muestras de cariño de su hijo hacia nadie, y ahora en menos de diez minutos le habían visto portándose como un oso amoroso con su hermana y su... novia.

–Entonces, oficialmente, ¿estáis saliendo?

Aly le sonrió a Elena, cohibida.

–Bueno, no me lo ha pedido en realidad, pero...