6: Dios da pan a quien no tiene dientes

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Hellooooo! 

Madre mía, qué complicado es corregir algo que escribí hace tantísimo tiempo. Hay tantas cosas que quitaría, o pondría ahora. Pero así como está quedando me gusta también. Lo estoy perfeccionando :) Espero que os vaya gustando! Subiré otro prontito.

Ps: En la parte derecha hay un vídeo de "Zac" (el actor que creo que es su viva imágen: Sean Faris). Merece la pena verlo. Prometido. Así entenderéis porqué mi personaje es como es, tan sexy y a veces un poquito acosador. Tiene fuego, tiene mucho fuego. Venga, tanto vosotras como Alyson... ¿Le diríais que no a ese partidazo? Tiene que besar que flipas.

Ejem, me callo ya sobre ese tema.

Ps2: Aquí también os dejo un enlace, es a mi cuenta en una página para escuchar música gratuita, crear tus listas de canciones y que otros las oigan o al revés. Os la dejo para que escuchéis música mientras leeis o si queréis que os creeis una cuenta y compartáis vuestra música. 

He creado una lista con algunas de mis canciones preferidas o que suelo escuchar desde siempre. La mayoría me inspiran para escribir. Algunas inspiraron capítulos enteros.

https://8tracks.com/lady-lemon/i-love-it

Enjoy it! XXX

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–Aly… –murmuró la voz de Zac; baja, profunda, sugerente.

Conclusión: cargada de deseo.

La aludida soltó algo muy parecido a un gemido, sólo por escucharle, que fue ahogado por los labios de su amante. Aquellos labios que ya había probado una vez la atacaron bestialmente. Al menos en ese instante podía disfrutarlos más que en su único momento compartido anteriormente, de alguna manera. Estaba siguiéndole el ritmo.

Se retorció debajo de él, pero no porque tuviera ganas de escapar. Ni loca se desprendería ahora de sus brazos, repletos de montículos musculosos. Ni abandonaría a su boca hambrienta. Ni cambiaría aquella piel enfebrecida del cuerpo desnudo que se estremecía contra ella. No podía, simplemente.

Aún así, no conseguía estar plenamente satisfecha. Faltaba algo. Luz, quizá, ya que se encontraba completamente a oscuras. Tenía los párpados cerrados y no se querían abrir. Así disfrutaba más las emociones, aunque parecían dejarle algo que desear.

Él puso un poco de distancia entre ambos. Ella escuchó su respiración acompasada, todo lo contrario a la suya. Se mojó los labios sin abrir los ojos. Sintió al chico acercándose otra vez y se movió inconscientemente para recibirle. Lo que llegó hasta ella no fue otra cosa que la lengua de Zac. Sí, tenía que ser eso. Aly sintió un cosquilleo de arriba abajo mientras notaba como él le relamía los labios con una tortuosa lentitud. Jadeó, no lo pudo evitar, mientras la distancia entre sus bocas se hacía más estrecha.

En menos de un par de segundos que parecieron una eternidad, Zac la estaba besando de nuevo con mucha más calma, permitiendo que se saborearan.

Sentía el torso de él contra el suyo propio, pero faltaba la parte inferior del muchacho. No pensó demasiado en eso. No podía pensar. Las manos del chico recorriendo sus caderas. Subiendo. Acariciándola y deteniéndose para cogerle la cara y profundizar el beso. Eran demasiada distracción.

A Aly se le escapó una exclamación de placer entre sus labios. Sí, eso era lo que deseaba. Ya no era igual; el beso. De lo que había carecido aquél gesto que distaba del amor ya no se acordaba. Ni siquiera recordaba que en realidad no había descubierto qué era. Quizá la clave estaba en ese sabor a menta que antes no había estado y por alguna razón lo empezó a percibir en la segunda ronda. ¿Por qué sabía su boca así ahora?

Cuando el cielo baja al infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora