57: La guerra aún no ha terminado

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REGRESÉ.

He estado trabajando, estudiando, y sinceramente eso son excusas porque la realidad es que me organizo fatal el tiempo.

Pero aquí está la continuación, voy a subir el siguiente porque este es corto... Y tengo un anuncio que hacer: Esta semana terminaré de subirla. Voy a ver si puedo hacer capi por día, pero vamos, con los que quedan esta semana termina fijo. Por fin, después de años. Ya iba siendo hora.

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Clary pensó en lo ridícula que se volvería la situación si hiciera lo que deseaba con todas sus fuerzas y saliera corriendo ahora mismo de la habitación.

Pero no podía hacerlo.

Porque tenía que pensar en su bebé. Y en su novio, y en su hermano, y en su cuñada y sus padres. Eran su familia. Daba igual que ni siquiera hubiera cumplido 17 aún. Iba a protegerles con todo lo que tenía. E iba a hacer que llegaran a celebrar esos 17, en unos meses, con ella. Junto con todos los cumpleaños que vinieran años después.

Tomó una respiración profunda y volvió a hablar, enfrentando la mirada aburrida de Costello.

–Yo tomaré el puesto de mi hermano.

Parecía que la habitación daba vueltas. Se llevó la mano al estómago. Tranquilo, bebé, tranquilo. Vaya momento elegía para provocarle náuseas. Estaba claro que iba a ser un pequeño inoportuno como su madre.

–No me rebelaré, te obedeceré en todo, abuelo. No me importa nada.

–¿Y, exactamente, de qué me sirve una niñita estúpida y embarazada?

Clare intentó no ofenderse, pero fue imposible, así que optó por no demostrarlo.

–Tengo un as en la manga.

Shane se materializó a su lado y le cogió la mano. Le necesitaba para esto.

–Mi abuelo era El Jefe.

Shane parecía sereno mientras decía esto, mirando a Costello fijamente. Pero Clary le conocía bien y sabía que en su interior se estaba cociendo más de lo que dejaba ver.

La reacción de Costello no tuvo precio. Fue la primera expresión que le había visto que contenía emoción real. Pura incredulidad.

–¿Joe El Jefe? –inquirió.

Shane apretó la mano de Clary con fuerza. Ella le acarició el dorso con el pulgar.

Podía no parecerlo. Podía fingir que era una cría tonta en ocasiones. Podía incluso serlo a veces. Pero si era algo... Era fuerte.

Ignoró las reacciones de su familia y Costello y comenzó a explicarse, como si lo hubiera planeado. Realmente lo había planeado, pero era un plan B, del tipo por favor que no haya que usarlo nunca.

–Exacto. El primer jefe de la Mafia de Nueva York. Incluso más poderoso que Lucky Luciano.

–Le conocía –la interrumpió Costello, con la mandíbula apretada.

Clare no sabía leer su rostro, ya que lo había vuelto a sellar, así que simplemente se encogió de hombros y continuó.

–Cabe la posibilidad de que, si los documentos que prueban que no puedes tener hijos salen a la luz, seas expulsado del cargo –la amenaza implícita en sus palabras: muerte–. Si... adoptas a Shane no quedarás tan mal. Me voy a casar con él, soy tu nieta a ojos del mundo y estaré casada con el nieto de El Jefe. Y estamos esperando un hijo... El niño con la sangre más pura. Es una alianza tan fuerte que sería como navidad para la Cosa Nostra. Os convertiríais en la mafia con más poder del mundo.

Cuando el cielo baja al infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora