27: La primera vez

126 6 1
                                    

Arriba, la cara de la chica al entrar JAJAJAJAJA

.


Cuando Alyson escuchó la puerta abrirse, se echó hacia atrás de inmediato. Ni pensó, simplemente se puso de pie de un salto.

–¿Qué t-...? –la voz de una joven a sus espaldas se cortó.

No reconoció a la chica, así que se giró.

Oh. Oh.

Qué pequeño es el mundo y qué putas las casualidades.

Taylor Momsen la miraba como si fuera una peluquera que le acababa de desgraciar el pelo.

A Alyson le dieron ganas de devolverle esa expresión asesina, pero se controló.

Se sorprendió a sí misma del ataque de celos que le subió por la garganta. Un deseo de gritar que Zac era suyo. Dios, ¿desde cuándo era tan posesiva? ¿Desde cuando perdía los nervios así? Su comportamiento la avergonzaba.

Así que fingió una sonrisa espléndida y exclamó:

–¡Taylor! ¿Has venido a ver a Zac?

No se le ocurrió otra cosa. La pregunta era demasiado obvia. La otra chica incluso llevaba un ramo de flores.

Taylor decidió alardear de hipocresía también y le devolvió la sonrisa. Avanzó hasta la cama contoneándose. Llevaba un vestido de flores que parecía que iba a juego con el ramo, primaveral. Estaba preciosa, impecable. Era tan guapa que daba rabia.

Alyson se apartó para que Taylor ocupara su lugar, intentando distraerse mientras escuchaba las típicas frases de cortesía con las que empieza toda visita a un conocido en el hospital. La voz extra dulce de la otra joven avivó más sus celos, pero se los tragó.

No quería recordar el momento de la fiesta de hacía unos meses cuando Zac besó a la chica, pero no podía evitarlo. Intentaba recordarse que Chace también la había besado a ella.

Y hablando del rey de Roma...

–Buenos días –dijo Chace tímidamente, entrando por la puerta.

Bien, pensó Alyson, irónicamente.

La situación no podía volverse más incómoda.

Espiando con la mirada, Aly descubrió a Zac mirando al recién llegado con una expresión completamente en blanco. Entonces vio un ligero destello de rencor en los ojos del chico, que desapareció casi al instante, sustituído por el cariño.

Oh, sí, Zac era realmente bipolar.

Alyson tuvo que animar a Chace con los ojos y sonrisas para que terminara de entrar al cuarto.

Él se acercó a la cama con una sonrisa insegura pintada en la cara. Zac extendió el puño cerrado y el otro chico captó la idea al instante. Le chocó los nudillos como saludo. Qué bonita la amistad de los hombres, tan fácil de ser arreglada.

Zac ofreció a Chace un guiño divertido. Todo está bien, tío. Eso decía su mirada.

Alyson pudo escuchar cómo el otro chico soltaba un suspiro tremendamente aliviado.

Taylor Momsen estaba bastante perdida en la situación, así que llevó todo a su terreno. Comenzó a hablar de sus proyectos futuros, de fiestas a las que les iba a invitar para celebrar la recuperación de Zac, de novedades en el mundo del famoseo y demás.

A la hora de comer, los tres fueron a la cafetería del hospital. A Aly le hubiera gustado pasar más tiempo con su medio-hermano, especialmente a solas, pero no había forma de deshacerse de las dos celebridades.

Cuando el cielo baja al infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora