3: Empezar de cero

278 8 0
                                    

Hellooooo!

Este capi es suuuuper cortito, pero compensa porque el siguiente lo subiré esta semana también. Es tal que lo revise. Y aparece mi Zachary <3

Arriba, Helen (Esa mujer me da una envidia muy poco sana)

Espero que os guste. XXX

.

Hacía bastante que había terminado de cenar con su nueva y encantadora familia. Llevaba por lo menos dos horas tumbada en la cama sin saber qué hacer para dormirse.

Aly estaba boca arriba, por lo que solo tuvo que ladear un poco la cabeza para mirar el reloj-despertador que había en la mesilla de noche. Lo dígitos verdes eran muy expresivos: le quedaban unas tres horas de sueño, antes de empezar la escuela, y no había podido pegar ojo. Esa era precisamente la razón de su desvelo: La Academia de Porter.

No el edificio en sí. Aunque en fotos se veía impresionante, no era como para aterrorizarse de su aspecto. Lo que le daba miedo, por decirlo así, era la clase de gente que se encontraría allí. Era una institución cara y digna de gente presitigiosa, todo lo contrario a una chica como ella que venía de un pueblo perdido en mitad de la nada.

Se había quedado charlando con Claryssa en uno de los salones después de la cena, y la pelirroja le había estado contando cotilleos. Por lo que escuchó de su hermanastra, todo el mundo se creía superior a los demás. Todos buscaban la aceptación grupal y harían lo que fuera por conseguirla. Y a todos les encantaba dejar en ridículo al resto para ello. Ya había sufrido alguna vez humillaciones de diferentes tipos en su escuela de toda la vida, por sus "amigos" del pueblo que la habían visto crecer e incluso por adultos. No soportaría que la ilusión agradable en la que se había visto inmersa gracias a la familia Rise se corrompiera por una panda de idiotas. Pero había gente mala en todas partes.

Se preguntaba si conseguiría algún amigo. Si se tropezaría o protagonizaría alguna escena vergonzosa sin proponérselo. Si los profesores serían amables o unos cretinos. Su cabeza era una batidora que removía esos pensamientos y otros.

Respecto a su nuevo hogar, también tenía preguntas.

¿Qué cabía esperar de alguien como el primogénito de la familia Rise? Cierto era que no había aparecido todavía... ¿Dónde dormiría, justo la noche antes de empezar el curso? La decisión de no dormir en su casa durante un día tan importante no parecía muy responsable. Por lo que había dicho Clary sobre sus hábitos, debía de ser un fiestero en toda regla. Un muchacho de gran ciudad con millones de amigos en las redes sociales y fuera de ellas.

Poco después de la cena todos se habían ido a acostar. Clary la sorprendió al llamar a su puerta en pijama, como ella, a medianoche. La pelirroja alegó que le apetecía conocerla mejor, ya que iba a vivir en su casa, así que Aly no pudo negarse. Tampoco quería, no tenía ganas de dormirse ya.

Las muchachas estuvieron charlando, aunque ambas descubrieron que no les gustaba hablar de sí mismas. Pero no importaron los silencios porque se sentían cómodas la una con la otra. Poco a poco fueron abriéndose y Aly presintió que podía confiar en ella. Aunque no se arriesgó a contarle sus más íntimos secretos todavía. De todas formas, les quedaban trescientas sesenta y cuatro noches más.

Desafortunadamente, ese insomnio le había durado incluso después de que la otra chica se marchara.

¿Cómo iba a sacar fuerzas para ir al instituto al día siguiente? Quizá pudiera poner como escusa que no se encontraba muy bien, pero... De alguna manera, la mejor opción sería enfrentar su nueva rutina. Se preguntaba de dónde sacaría el valor necesario. ¿Aquí la obligarían a subirse a la tarima frente a toda la clase para presentarse, como le habían hecho hacer durante todos sus años escolares? Deseaba con toda su alma que no fuera así.

Cuando el cielo baja al infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora