Tu caballero sin armadura brillante

4.4K 237 152
                                    

Virgo mira enfurruñada la pantalla de su celular, aún repasando en la corta conversación que ha mantenido en los últimos segundos con la única chica de la casa aire. Realmente no le ha agradado la noticia de que Sagitario venga a recogerla a la universidad. Realmente no es necesario, ¿qué acaso tiene seis años como para necesitar que alguien la acompañe de la escuela a la casa? Tauro y Capricornio siempre lo hacen a pesar de que ella les haya negado que necesite de su atención para eso. ¡Qué ya es una mujer adulta, por todos los Dioses! Tiene más de 3 mil años existiendo, realmente no necesita que se tomen esas molestias. ¡Además! Habiendo tantos signos a quienes pedirles de favor que pasen por ella, se les ha ocurrido decirle al azabache. ¿Acaso tan urgidos están por cuidarla que ya ni si quiera les interesa a quién se lo piden?

Se pasa la mano por el cabello, el cual está suelto el día de hoy, en un claro gesto de molestia a la par que la otra mano guarda el aparato dentro del bolsillo trasero de sus pantalones de mezclilla. Resignada, comienza a caminar hacia la salida de la institución, realmente sin muchas ganas

Durante su caminata, una chica hace aparición y comienza a andar junto a ella. Es más bajita, de cabello castaño y ojos similares, pero eso no le quita el atractivo que tiene. Ella le sonríe y la más alta corresponde al gesto con uno más pequeño en comparación.

— ¿Ya te vas, Val?—pregunta la castaña.

—Sí. Supongo que tú también.

—Sí. Mi hermano vendrá por mí está vez, nos veremos en la entrada. Por eso aún sigo aquí.

—Eso suena bien.

La chica asiente con una enorme sonrisa en su rostro que hace sentir tranquila a la signo de tierra, después de todo, ella había escuchado de boca de la castaña que las cosas con su hermano habían estado tensas durante un tiempo y, ahora, al ver que todo parece mejorar, se siente alegre por su amiga. Una de las pocas que tiene.

Virgo realmente no es una chica que adore relacionarse con toda la gente que le rodea, solo pocas personas logran ganarse su atención y su amistad, y teniendo en cuenta que la peli-verde es inmortal, considera que lo mejor es no aferrarse tanto a los mortales que tarde o temprano se marcharán. Claro que incluso ella posee un corazón con diferentes emociones, eso nadie lo puede negar.

Escuchan un escándalo en la entrada conforme ambas se acercan al sitio. Sus ojos se clavan ahí y ven la multitud de gente que rodea algo. ¿Qué? Pues nada más y nada menos que un bello caballo blanco, con una crin del mismo color y pequeñas motas castañas en los muslos traseros. Amy mira todo asombrada, como una niña viendo un cuento de hadas puesto que se nota que hay alguien cabalgando al animal. Por otro lado, Virgo observa con incredulidad y una ceja en alto, preguntándose quien es capaz de hacer algo así en medio de una ciudad y dentro de una Universidad.

Se acercan más.

El jinete posee un cabello negro y tez ligeramente de tono cobrizo, con algunas cicatrices que fácilmente se notan. Deja de hablar con las personas que se amontonan a su alrededor y alza la vista, clavando sus ojos purpuras con los verdes de Virgo y, en ese momento, el gesto de ella se descompone a uno de total vergüenza.

— ¡Val!—le llama el azabache con una sonrisa y agita la mano en el aire para llamar su atención.

La chica le lanza una mirada de molestia, pero el otro ni se inmuta. Su acompañante le observa con sorpresa y con muchas dudas, aunque por el momento no puede proferir ninguna de las que se agolpan en su cabeza. Virgo baja un segundo la vista, esperando que nadie se percate de su presencia, mas todos la notan ante el llamado del chico. Se peina el cabello en un claro gesto de incomodidad, alza la cabeza y camina con orgullo fingido hasta donde el signo de fuego se encuentra, rodeado de una multitud y con Amy acompañándola a sus espaldas.

Estrellas juntasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora