No puede dejar de mirar la pantalla de su celular, incluso si solo lo ha hecho hace unos segundos. Sabe que es estúpido estar tan al pendiente cuando Leo no quiere tener nada que ver con él por el momento, si no es que por el resto de la eternidad. Quizás pueda sonar como algo exagerado, pero es muy consciente que el signo fuego de cabellos anaranjados es uno muy rencoroso, ya sea por una situación pequeña (como cuando Sagitario se comió su porción de pastel de carne aun cuando había dejado una servilleta sobre el plato con su nombre) o algo más grave. Y Leo cree que le ha engañado, que ha tenido sexo con alguien que ha conocido en el antro, eso, sin duda alguna, es considerado como una situación seria.
Cualquiera reaccionaría así, ¿no? Molestándose inmensamente por enterarse que su pareja le ha visto, o le ha querido ver, la cara de idiota.
Pero de verdad, de verdad que no pasó nada.
Cansado de sentirse esclavo del celular, decide dejarlo ahí en su habitación mientras él se aventura a molestar al resto de los inquilinos de la casa. Avanza por el pasillo donde se encuentra su cuarto, bajando después por las escaleras hacia la primera planta donde todo se encuentra silencioso, así que supone que no hay nadie, se encuentran ocupados o se han tomado una siesta. Desciende hasta la planta principal, dándose cuenta de que todos están presentes alrededor de la barra en la cocina y que cada uno tiene un plato con comida, cubiertos y una bebida con ellos.
Oh, por el Olimpo, ¿acaso lo llamaron a comer y no escuchó?
Se acerca, sentándose en el único sitio libre donde descansa su plato repleto con comida sin tocar. ¿De verdad está tan distraído como para olvidarse por completo de comer? Por suerte, ninguno dice algo al respecto, probablemente pensando que se demoró por estar en el baño o embobado en sus redes sociales, cosas de ese estilo.
Durante la comida no ocurre nada anormal, incluso él está conversando con todo mundo como si su mente no estuviera vagando sosamente por culpa de Leo, aunque lo correcto sería decir que la culpa no es más que suya.
Ha estado tan concentrado en sí mismo que no es hasta ahora cuando se percata de algo realmente particular; Géminis claramente está afectado por el rechazo de Libra, seguramente no decidido del todo a rendirse, pero eso no es tan importante como el ver que éste intercambia de una personalidad a otra de manera indefinida y consecutiva mientras habla con el resto. ¿Por qué? ¿Su hermano está bien?
Su hilo de ideas se ve interrumpido cuando Sagitario le pregunta una burrada entre risas, girándose a encontrar sus ojos turquesas con los purpuras del otro, dándose cuenta de que Capricornio frunce aún más el ceño y que una vena en su cuello está por reventar. Acuario no demora mucho en comprender que el pelinegro está molestando al signo tierra menor y le parece buena idea seguirle la corriente a su mejor amigo.
Carcajeándose por ver el rostro del moreno enrojecer de manera violenta luego de hacer chistes y burlas de índole sexual con respecto a éste y la pececita, sin afán de ofender genuinamente sino solo para divertirse, manotea la barra de la cocina en busca de aire, escuchando que el menor de la casa fuego ríe al igual que él y que Tauro interviene para pedirles que paren.
—Ya déjenlo— dice el peliverde, logrando que ambos le observen con ojos entrecerrados y llenos de lágrimas por tanto esfuerzo—. ¿A ustedes les gustaría que hicieran lo mismo?
—Meh— Sagitario jadea y le resta importancia con un movimiento de la mano mientras que Acuario está ya tosiendo por culpa de la risa—. Todos saben mi vida sexual y las cagadas que a veces me pasan.
Tauro observa que el menor de cabello plateado asiente y mueve un dedo para confirmar lo dicho. Aunque le da un poco de gracia el mayor tiene, o siente, que debe mantener orden y defender a su hermanito que ahora se encuentra picando las verduras con las mejillas aun tan coloradas como el tomate cherry que rueda por su plato. Escucha como el de ojos purpuras, dirigiéndose al pálido, habla rapidísimo en su lengua materna de algo que solo el ultimo mencionado y Aries, sentado al lado del signo mayor tierra, logran entender.
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Estrellas juntas
De Todo¿Cómo sería si los signos del zodiaco vivieran bajo el mismo techo? Un completo caos, probablemente. Una historia común, romántica, graciosa, pero nada increíble, si aun así quieres leerla, adelante. |EDITANDO|