— ¿Tú que dices?—le cuestiona Tauro a Leo, ambos apreciando metódicamente su "obra de arte".
—Creo que así se ve bien.
—Entonces, nuestro trabajo aquí está terminado.
***
Con la cámara en manos, toma una foto del paisaje; el Sol en lo alto, rebosante de calor y energía mientras el mar se mece de un lado al otro en sus claros colores y nubes blancas aborregadas. Luego, toma una fotografía de la cabaña; rustica y de madera, con plantillas creciendo en las paredes, cubierta por la sombra de palmeras altas cuyas hojas son golpeadas suavemente por la brisa costeña.
— ¿Qué haces?— una vocecilla le pregunta a sus espaldas.
Libra de un pequeño respingo antes de girarse a encarar a la menor de la casa agua, que le mira con ojos curiosos.
—Tomo algunas fotos — dice ella, mostrándole la cámara y mostrando la foto tomada en la pantalla —. Posa, te tomare una foto.
— ¿Y cómo debería posar?—pregunta la menor con ligero tono nervioso. Sin más, posa en forma de broma como alguna modelo que desea atraer la atención de toda la población masculina—. ¿Así?
"Clic".
Libra sonríe coqueta a la cámara mientras Piscis se sonroja de pies a cabeza.
— ¡Era broma, Libra!
—Lo sé. ¡Pero saliste bonita! Mira.
Piscis inspecciona la imagen no muy convencida, frunciendo los labios y aun sonrojada, mas no le pide a la rubia que elimine la foto. No es que esté mal, pero siente que luce completamente ridícula. Como si fingiese ser alguien que no es.
—Supongo—musita la pececita—. Deberías tomarles fotos a los demás.
—Claro. Eso planeaba hacer.
Y así, la signo aire y la signo agua se pasean por la playa que es exclusivamente para uso de ellos. Fotografían a Virgo y Tauro, sentados bajo la sombrilla de la primer mencionada, hablando con tanta tranquilidad que por unos momentos se unen a la conversación; el toro con las piernas dobladas y los brazos sobre las rodillas, mirando a la peli-verde que se encuentra sentada en posición de loto. Continúan su pequeña aventurilla y captan la imagen de algunos signos jugando con pistolas de agua como si estuviesen batiéndose en una guerra de vida o muerta; Géminis y Cáncer se encuentran escondidos detrás de una enorme roca junto a las paredes solidas que bordean la plata mientras Acuario y Sagitario están parados frente a la roca, con las pistolas plásticas en sus manos y actuando casi como si fuesen a ejecutar a alguien.
—Están rodeados, ríndanse — asegura el signo de fuego, apuntando al escondite de los otros dos signos.
— ¡Nunca! —replica Géminis.
— ¡¿Qué te costaba decir que sí?! —exclama el pelinegro, haciendo un amago de querer lanzar el juguete al suelo y hacer un berrinche.
—Oxigeno, energía. Ya sabes.
Dejando la guerrilla entre esos cuatro signos, las dos chicas continúan. Ahí en el mar, están Leo, Escorpio y Capricornio. El agua les llega más arriba de las rodillas y, mientras el signo del león y la cabra parecen simplemente ver los animalillos acuáticos a sus pies, el escorpión está encorvado sobre sí mismo, buscando entre el agua algo, tratando de sujetarlo con las manos. Libra decide tomarles una foto y el signo de fuego se percata de esto, por lo que con una sonrisa encantadora, se gira a verle.
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Estrellas juntas
De Todo¿Cómo sería si los signos del zodiaco vivieran bajo el mismo techo? Un completo caos, probablemente. Una historia común, romántica, graciosa, pero nada increíble, si aun así quieres leerla, adelante. |EDITANDO|