Capítulo 22

27.5K 1.5K 264
                                    

Control pensamientos automáticos, manejo de la culpabilidad, sobrestimación de la probabilidad de ocurrencia de un hecho negativo...

Control de pensamientos automáticos... bueno, debo reconocer que no controlo mis pensamientos...

Manejo de la culpabilidad... No soy culpable de lo que me pasó.

Llevo casi una semana investigando acerca de los ataques de pánico, ansiedad, TEPT, que al final para mí sería casi lo mismo.

En internet, se consigue información pero, no me confío, soy consciente que esto necesita tratamiento médico.

Harry se ha portado normal. No me ha acosado, me está dando mi espacio y llegaría a pensar que habló con David y por eso está portándose "bien", debería darles algunos puntos extras por eso.

―¿Entrenamiento de relajación? ―pregunto ceñuda mirando la pantalla de mi teléfono―. Respiración diafragmática lenta y relajación muscular progresiva... ―sigo leyendo sin mucha importancia.

Esto no tiene sentido, no entiendo nada. ¿Cuándo se supone que tengo que hacer la respiración diafragmática?

Aprieto la mandíbula de la rabia no puedo gritar aquí, estoy sentada en un asiento de acero en medio de las áreas verdes de la universidad y no quiero perder la paciencia aquí. Me levanto y camino hacia la salida.

Tal vez deba ir a otro psicólogo pero, que sea mujer.

Me pellizco el puente de la nariz y respiro hondo una y otra vez disimuladamente. De repente me arrebatan el teléfono de mi mano derecha. Me detengo y busco al idiota, por un momento pienso que puedo haber sido Andrés pero no fue él.

Suspiro.

― Haré una pregunta... ¿Tienes problemas mentales? ―pregunto con un poco de drama en mi voz―. Puedo recomendarte un Psicólogo.

Él me mira y su rostro burlón sigue allí. Hoy lleva un abrigo blanco, con un loco azul del mismo color de sus ojos.

― ¿Qué tal si este teléfono le hace compañía al otro?

― Por mi puedes metértelo por el... ―antes que pueda terminar mi oración, él me agarra del brazo y me arrastra con él.

― Hey, ya no empieces. ―intento soltarme.

― Necesito hablar contigo y sé que por las buenas no vas a venir.

― ¿Qué? ¡Obvio que no! ―hago fuerza para deshacerme de su agarre―. Ya, detente.

Dos estudiantes nos observan sin inmutarse, ¿Por qué no me ayudan? Mi cara dice que estoy siendo acosada y que necesito ayuda y ellos solo se limitan a decir algo. Parece que él me lleva hacia la parte trasera de la sede dos de la universidad.

― ¡¿Estás loco?! ¡Suéltame! ―chillo intentando soltarme pero, este musculoso es más fuerte que yo.

Me hala hacia él haciendo que mi espalda choque con su pecho y me tapa la boca con una de sus manos mientras con la otra me aprieta hacia él con fuerza y luego me lleva hacia detrás de la sede dos donde no hay nadie, además ¿Quién vendría aquí? Hay un poco de maleza y creo que antes esto era una especie de basurero. Mi vista se centra en el chico flaco que se encuentra recostado de la pared y de brazos cruzados. Creo que se llama Jack. Su cara solo muestra aburrimiento y fastidio.

Clavo mis pies en suelo para no avanzar más. ¿En qué momento pasó todo esto? ¿Cómo se atrevió?

― ¿Crees que tienes más fuerza que yo? ―pregunta con rudeza.

AléjateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora