Aléjate

Capítulo 55

 Grito con frustración y salgo de la cama. ¡¿Qué horas son?! ¡¿Dónde está?! Sé que peleamos y puede que lo haya mandado a la porra, pero ¿No vendrá a dormir? Agarro mi reloj de mano de la mesita de noche, son las tres de la mañana. Todos los noviazgos tienen discusiones, eso es normal. Sé que eso no era lo que pensaba en el momento del fin de la discusión, pero ya lloré lo suficiente. Yo también me puse celosa, si me hubiera quedado con él en el casino las cosas serían diferentes.

Él se fue...

¿Se fue y me dejo sola? ¿Así no más?

No.

Reviso la primera gaveta de la mesita de noche y suspiro calmada. Aquí está el pasaporte, entonces... ¿Dónde está? ¿En el casino? ¿En serio se fue al casino? No lo creo, eso complicaría mis posibilidades de... pedir disculpas.

Me quito el short de dormir y me pongo un jeans rápidamente, agarro mi chaqueta marrón y me coloco unas zapatillas oscuras. No me importa como me veo, sólo quiero... saber que él está bien.

Recorro el pasillo hasta el elevador, aprieto el botón y espero a que las puertas se abran. Él aún está por aquí, pero... necesito saber que está bien. No son horas para estar por ahí haciendo estupideces. «Acéptalo» no.

«Acéptalo...» ¡Está bien! ¡Estoy preocupada! Ya no estoy tan enojada, por eso no me gusta actuar cuando lo estoy, pero él se excedió también.

Salgo del edificio y camino hacia... ¿Dónde? No se me ocurre nada, no quiero ir al casino.

Esta haciendo un frío soportable... nuestro balcon tiene vista hacia la playa, el dije debío haber caído hacia ese lado del edificio, tal vez esté cerca de la piscina, o por la vereda. «¿Vas a buscara Harry o al dije?» Harry está en el casino, estoy segura y yo no iré allí. Y ademas... ¿Buscar el dije? No estoy loca, tardaría un mes.

Sin saber cómo termino caminando por "donde supongo cayó el dije" tal vez sea visible. Las iniciales de nuestros nombres entrelazadas de esa forma me encanta, y... puede que Harry esté arrepentido por haberlo tirado. También tengo que ponerme en sus zapatos, pero joder. Es tan cabezota.

Lo amo tanto, ahora mismo puedo decir que no puedo vivir sin él, no puedo. Y sé que tal vez en diez años recuerde todo esto y diga que fui una estúpida, pero no me importa. Ahora quiero vivir esta parte de mi vida con todo lo que implica y... sin arrepentimientos. Digo yo...

― Soy una tonta. ―me digo y me paso las manos por la cara, me giro y miro hacia la playa.

El mar parece de vidrio y a esta hora la luna está casi en el centro del cielo... pensé que no iba a salir hoy. Camino unos cuantos metros y me detengo a admirar mí alrededor, pero algo me llama la atención.

¿Ese es Harry? ¿Qué hace sentado en la arena?

Camino rápidamente hacia la playa, la arena me impide caminar normalmente. Cuando estoy a pocos metros de distancia corroboro que es él. Lo supe desde que lo vi. Pensaba que estaba en el casino, no aquí sentado como si nada fuera pasado. Es un estúpido, ya me escuchará. ¿Acaso quiere enfermarse? La brisa tiene un aroma a arena y a playa, me imagino que todas las playas son iguales.

Cuando abro la boca para regañarlo, la cierro al ver un brillo en la arena. Me quedo de pie a unos cuatros metros de él, quisiera decir algo, pero todo lo que iba a decir se me olvidó. Él...

No sé qué decir... tal vez pueda... ¡Nunca he pasado por una situación como está! Demonios.

― Que patético. ―hablo y él recoge el dije rápidamente de la arena―. Venir a llorar a la playa. ―se pone de pie velozmente y yo trago―. Parece una telenovela.