― Vamos amor, levántate. ―me pide, y no me muevo. Mantengo mi rostro en el hueco de su cuello.
No quiero dejar de abrazarlo. Siento que si me aparto él se desvanecerá. No quiero separarme de él. Quisiera decirle que esa camisa de cuadros rojos, y azules le quedan bien, todo le queda bien... nunca debí dejarlo ir por culpa de Efraín.
Simplemente quisiera que esto fuese un sueño.
― Te amo. Fui una tonta...
― Shhh, no digas eso.
― No debiste haber venido solo, ¡No debiste!
― No tuve tiempo para pensar.
― Él está armado...
― Grace, debemos salir de aquí. ―me apremia―. Debo ponerte a salvo.
― Llama a la policía... ―balbuceo, y escucho un golpe.
― ¿Cómo llegaste aquí? ―pregunta alguien y grito presa del pánico.
Todo pasa rápido.
Miro como Harry se toca la cabeza indicándome que Efraín le hizo daño, ¡Él lo golpeó!
― ¡No, Efraín! ―exclamo poniéndome de pie―. No le hagas daño a él.
― Lo mataré. ―me dice tratando de hacerme a un lado y por un instante me falta el aire pero hago caso omiso.
― ¡No! ¡No! ―chillo, y veo que Harry está de rodillas tocándose la sien.
Efraín lo golpeó con la pistola, siento que no tengo la capacidad para pensar con claridad pero... ¿Dónde está el arma de Harry? Mi corazón colapsará...
― Vámonos de aquí, antes que nos consigan. ―le ruego inconscientemente a Efraín. Tengo que salvar a Harry, Efraín puede dispararle libremente y ni permitiré eso.
― Muévete. ―me espeta, y agarro sus brazos para que no apunte hacia Harry. Lo hago retroceder, y él me rodea con un brazo.
― Eres un cobarde... ―empieza a decir Harry, y miro que está tratando de ponerse de pie―. Me encantó golpearte aquella vez, me imagino que tuviste que pagar por los vidrios de aquel auto.
― ¡Basta Harry! ―grito tratando de controlar los latidos de mi corazón.
― Ya verá... ―advierte Efraín y antes de que pueda decir o hacer algo él me empuja hacia un rincón, pero yo logro arrancarle el arma de la mano con cierta torpeza la cual se me resbala, y queda debajo de un mueble. Ignoró mi alrededor y me apresuro a buscarla sin dejar de escuchar golpes. Golpes que producen que mis manos tiemblen descontroladamente.
― ¿Cómo te atreviste... a secuestrarla? ―golpes... golpes. Me giro, necesito ver...
― ¡Harry! ―chillo cuando veo que Efraín lo lanza contra la pared―. ¡No lo golpees!
Golpeo a Efraín en la espalda, y él me devuelve el golpe en el estómago dejándome sin aire. Caigo sentada en el piso, tosiendo mientras escucho malas palabras de ambas partes. Sólo veo las botas marrones oscuras de Harry mientras intento ponerme de pie.
― Tengo que... buscar el arma. ―me susurro, pero el golpe aún me duele. Considerando los golpes que me ha dado desde que llegué aquí...
Oh, mi estómago. Oxígeno.
― ¡Grace!
― ¡Esto te pasa por meterte donde no te llaman! ―le grita Efraín.
No me vencerá. Aunque parezca que sí... Lucharé así muera.
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Aléjate
General Fiction[EN EDICIÓN] Desde el principio siempre tuvieron razones para no mirarse ni hablarse, pero ambos saben que lo prohibido y lo peligroso siempre es codiciado por todos y ellos no serán la excepción. Romper las reglas siempre fue y será elección de amb...