Estaciono la moto frente la cabaña y camino hacia el interior de ella. Son las seis de la tarde y ya el cielo está casi oscuro. El frío no me afecta, tengo mejores cosas que sentir, o en que pensar. Por más lindo que sea este lugar, no tengo mente para pensar nada más que en el problema que me está consumiendo.
― Harry. ―digo cuando cierro la puerta de la casa―. ¡Harry! ―exclamo y camino hacia la cocina y no está allí―. ¡Harry Coleman! ―entro a su habitación y no está.
Resoplo y me paso las manos por la cabeza. El ambiente de la casa, es un poco... oscuro, pero la luz en suficiente. Todo está en mi cabeza, no tengo nada que temer. No puedo desesperarme. Tengo que estar bien, tengo que... respirar hondo y mis ganas de llorar se irán. La preocupación y el miedo serán remplazados por... Harry. Él tiene que estar aquí.
― ¿Grace? ―escucho su voz en algún lugar, pero no sé qué me pasa.
Estoy aquí y a la vez no estoy aquí. Quiero moverme, pero pareciera que mis pies están dormidos. Mucho estrés.
No puedo seguir haciendo como si todo anduviera bien. «¿Por qué?»¿Por qué?
No quiero provocarle sufrimiento a nadie. Y sé que mi madre no me creerá si le digo la verdad. Ni siquiera soy capaz de decirle a mi madre lo que su esposo me hizo. No quiero hacer sentir culpable a mi padre, no quiero verlo sufrir.
― ¿No piensas decir nada? ―la voz de Harry me saca de mis profundos pensamientos.
Lo miro y está de pie en medio del pasillo con los brazos cruzados. Tiene una camisa blanca de botones y un jeans azul oscuro. Sacudo la cabeza y parpadeo varias veces.
― ¿Qué pasa? ―pregunto.
― ¿Quién era él? ¿Con quién estabas en Belgravia? ―está enojado―. Dejaste un mensaje de voz y oí una voz masculina. ¿Quién era?
― Harry, deja tus celos para otro momento.
― No, no puedo. ―espeta y respiro hondo.
― Estoy preocupada por ti, ¿Sabes? ―suelto―. Giselle puso una denuncia, si encuentran el auto encontraran tus huellas y... ―me callo al oír su suave risa cargada de enojo.
― No soy idiota, Grace. ―me dice con frustración―. Yo sé que esto iba a pasar, ¿Piensas que dejé mis huellas en ese maldito auto?
― Oye.
― Aún no me has respondido con quién...
― ¡¿Piensas que estaba engañándote en una situación como esta?! ―estallo―. ¡Estamos en graves problemas!
― ¿Problemas como cuáles? ―ataca.
En momentos como este es que recuerdo que él sí puede ser un imbécil.
― Todos sabrán que tú fuiste quién me llevó al hospital.
― ¿Y a mí qué? ―suelta con enojo―. ¿Crees que me importa que sepan que fui yo? ―pregunta bruscamente―. Porque yo tenía las razones suficientes para hacer lo que hice y créeme que cuando todos lo sepan terminaran de matarlo. ―finaliza y miro hacia el suelo.
¿Y ahora qué?
― ¿Quién hizo mal? ¿Quién estará en graves problemas? ―pregunta aún con enojo―. Dímelo, Grace.
― Yo no soy capaz de decirle a todos la verdad sin sentirme como una basura. ―le digo acentuando cada palabra.
― Lo sé. ―dice y alzo la mirada para verlo―. Y... todos sabemos lo que pasará.
Me confundo por un instante, pero capto lo que me está tratando de decir rápidamente. Abro la boca para decirle que no dejaré que a él le pase nada, pero la cierro inmediatamente. Ahora mismo quiero romper en llanto, pero él sigue allí. En medio del pasillo... mirándome.
No sé qué hacer. Tantas ideas vienen a mi cabeza golpeando con fuerza mis miedos, dolor, Odio, Resentimiento, venganza...
Por un maldito momento, haz algo bien, Grace.
―Te amo. ―le digo en voz baja. Él se confunde y frunce el ceño―. Lo siento, Harry. Soy una... debilucha.
― No espera, ¿Qué dijiste? ―pregunta.
― Dije... ―carraspeo―. Te amo. ―él me mira y sus ojos brillan.
Él se acerca a mí dando grandes zancadas.
― Hablaré. ―mascullo cuando él me abraza―. Lo haré. ―prometo.
― Te amo. ―me dice acunando mi rostro con sus manos―. ¿Me oíste? ―asiento―. Nunca lo olvides.
― No lo olvidaré.
― Siempre estaré allí para recordártelo. ―me dice y una débil sonrisa aparece en mi rostro.
― Sé que antes decía "te amo" en un susurro, pero... ya sabes como soy.
― Shhh. ―me un corto beso y me abraza nuevamente.
Bien.
― Estaba con Jake. ―le digo y él se aparta un poco―. ¿Lo recuerdas?
― ¿Que si no lo recuerdo? ―se pregunta―. Como olvidar a la persona que te estaba comiendo el trasero con los ojos. Pronto le dejaré claro algunas cosas. ―murmura y me mira. Carraspeo y desvío la mirada al ver picardía en sus ojos.
Respiro hondo y trago antes de hablar.
― ¿Qué pasó en el...?
― No me hables de él. ―le digo―. Quiero olvidarme de lo que está pasando ya tomé una decisión y sólo espero el momento para hablar. ―le explico―. Mañana hablaré con mi mamá y...
― Espera.
― Harry yo no permitiré que vayas a la cárcel, ¿Me entiendes?
― Si voy no será tu culpa. ―dice y resoplo con exasperación.
― No irás, porque diré la verdad. ―espeto―. Voy a tomar una ducha. ―le comunico caminando hacia el baño.
― Estoy preparando la cena. ―dice.
― ¿La cena, tan temprano?
― Te espero en el comedor. ―habla cuando entro al baño.
― Bien. ―le digo y entro al baño. Él dice algo que no logro entender.
Sólo tengo que mantener mi mente con perfecta tranquilidad hasta mañana.
Sólo piensa en ti, sólo piensa en ti... sólo piensa en ti.
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Aléjate
Ficción General[EN EDICIÓN] Desde el principio siempre tuvieron razones para no mirarse ni hablarse, pero ambos saben que lo prohibido y lo peligroso siempre es codiciado por todos y ellos no serán la excepción. Romper las reglas siempre fue y será elección de amb...