Capítulo 47

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― Bien. ―le digo y bajo el arma.

― Lánzala. ―dice dudando.

― No, Grace. ―me pide Harry y sólo logra confundirme. Lo miro y entiendo que sólo está... ¿Actuando?

Reprimo un grito cuando Will lo patea en el estómago y rápidamente lanzo el arma hacia mi derecha a no más de diez metros de Harry, el cual se queda casi inmóvil en el suelo.

Por favor que Harry vea el arma, por favor que vea el arma...

― Fred, levántate de allí. ―dice Will un poco cansado, pero despreocupado.

― ¡¿Qué demonios te ocurre William?! ¡Estoy herido! ¡Ella me disparó en la nalga! ―grita con enojo―. ¡EN LA NALGA!

― Entonces, quédate.

― ¡William! ―grita―. ¡Tienes que ayudarme, mal nacido!

Will sacude la cabeza y se acerca a mí. Trago duro y mantengo mi vista puesta en la de Will. Que Harry vea el arma.

― Pensé que sería más difícil. ―me dice inclinándose hacia mí. Retrocedo un paso y él me sujeta del brazo―. Vamos a hablar. ―me dice y mi respiración se hace más irregular que antes.

Me obliga a mantener mi rostro hacia él.

― Hay cosas que debemos solucionar, Harry me cae mal, pero...

― ¡William! ―grita Fred y escucho un sonido seco.

Retrocedo asustada y mi corazón siente un alivio cuando miro a Harry de pie. Will está de rodillas con las manos en la cabeza.

― ¡Coleman! ―exclama Will.

― Enciende la moto. ―me ordena Harry y mis pies reaccionan inmediatamente.

Corro a la moto y sólo giro la llave.

― ¡Harry, ya vámonos! ―exclamo con voz temblorosa. Miro como Harry se acerca corriendo con mi casco en la mano.

― Manejarás tú. ―me dice y no estoy segura de hacer eso. Estoy muy nerviosa, podría irme hacia el bosque y terminar dando vueltas por los barrancos.

― Pero...

― Vamos Grace. ―me dice y monto en la moto. Cuando siento que Harry está detrás de mí, arranco.

Mi corazón va a mil. Por el retrovisor, veo como alguien cojea hacia un cuerpo en el suelo y luego cae hacia atrás cuando recibe un manotazo. ¿Se rendirán? ¿Nos dejarán en paz? Muchas preguntan se arremolinan en mi mente y sin querer sacudo la moto con un poco de brusquedad. «La carretera, Grace. Mira la carretera.»

Cuando siento los brazos alrededor de mi torso, me alivio un poco. Realmente necesitaba su toque.

Todo lo que acaba de pasar... me ha dado entender que en cualquier momento Harry y yo podríamos separarnos. La idea de no volverlo a ver me afecta demasiado y eso me aterra.

― Da la vuelta, pasamos la entrada hacia la cabaña. ―la voz de Harry me saca de mis pensamientos.

Doy la vuelta con un poco de brusquedad y más adelante giro hacia la izquierda. Al estacionar la moto, la apago. Harry baja de la moto y yo me apresuro a hacer lo mismo, me acerco a él y lo abrazo con fuerza.

― Te amo tanto. ―digo en un sollozo. Él deja caer el casco, el cual hace un sonido bastante extraño al impactar con el suelo.

― Y tú no te imaginas cuando te amo, Grace. ―me dice alzándome un poco obligando a que mis pies abandonen el suelo por algunos segundos―. Ese maldito me dio un gran susto.

― ¿Estás bien? ―le pregunto apartándome―. ¿Estás herido? ―la preocupación no me deja ser.

― Estoy bien, tranquila. ―farfulla―. ¿Tú lo estás?

― Sí, sí.

― Vamos adentro. ―me dice agarrando el casco del suelo. Abro más los ojos cuando veo que tiene dos pistolas dentro del casco.

― ¿Por qué las trajiste?

― Tienen nuestras huellas. ―me dice―. CZ. Tu marca favorita de armas.

― Me encanta tu buen humor en estos momentos. ―balbuceo caminando hacia la puerta con mi llavero en la mano.

― Meteré la moto en la casa, no quiero que se quede aquí afuera. Podrían verla.

― Oh, bien.

― Toma esto. ―me dice ofreciéndome el casco. Lo agarro sin vacilar y luego abro la puerta con afán.

Corro hacia mi habitación.

― ¿Grace?

― Necesito un baño. ―le digo en voz alta y entro a mi cuarto.

Respiro hondo mientras me aproximo al baño.

― Estoy bien. Estoy bien. Estoy bien. ―me repito mientras me desvisto―. Todo pasó... Harry está bien... yo estoy bien... todo estará bien...

Repetir eso una y otra vez me calma. No quiero entrar en pánico porque... a pesar de lo que pasó hace minutos, la pasé bien con Harry antes. Estuvimos juntos más tiempo de lo común. Y sé que nuestra noche hubiera sido mejor si Will no hubiera aparecido. Todo estará bien...

― ¿Grace, estás bien? ―me pregunta desde el otro lado de la puerta.

― Sí. ―contesto cogiendo la toalla y envolviéndome en ella.

Abro la puerta y me pongo un poco nerviosa al encontrarme a Harry de pie allí.

― Emm yo... ―farfullo y me abofeteo mentalmente. Él ríe―. ¿Por qué te ríes?

― Recuerdo tu acertante disparo hacia el amigo de Will.

― ¿En serio? ―pregunto con ironía―. No me recuerdes eso. ―camino hacia mi habitación.

― Siento lo que hice, fui un estúpido, pero llegué a pensar que... Will podría ser diferente.

― Olvida eso, no quiero terminar mal está noche.

― ¿Ah no? ―susurra y trago. No sé qué hago en la peinadora si mi ropa aún está en la maleta―. Son casi las once de la noche, dime cómo quieres que termine.

― ¿Durmiendo? ―pregunto y me doy la vuelta para verlo―. Creo que necesitas bañarte, ¿Tu qué piensas? ―camino hacia el rincón donde está mi maleta.

― Que si necesito algo, pero... no agua fría. ―dice y abro la maleta con afán.

No digo nada. No caeré en su provocación porque... ¿Por qué? no sé de qué está hablando. «Claro que sabes» saco una camisa gris...

― Grace ven aquí. ―me dice y frunzo el ceño.

― ¿Qué? ―me giro y trago cuando él se acerca a mí sin quitarme la vista―. ¿Q-qué sucede?

― Para mi horror, pude ver como Will... ―me agarra de los brazos y sujeto bien la camisa entre mis dedos para que no se caiga―. Te tocó.

― Sólo me dijo que quería arreglar ciertas cosas. ―balbuceo.

― Lo sé. ―musita viendo mis labios―. Quiero que me perdones por no... ―lo interrumpo pegando mis labios en los suyos.

Él inmediatamente me rodea la cintura con sus brazos y me aprieta hacia él.

― Le dejé bien claro que eres totalmente mía. ―susurra con tono febril contra mis labios―. Y que nadie, absolutamente nadie puede tocarte. ―dice en voz baja y ronca.

― Harry... ―susurro y no sé por qué mi voz suena anhelosa.

― Me apartaré si me lo pides... ―me dice y abro los ojos. Él me mira fijamente, sin dejar de abrazarme.

No siento miedo, sólo quiero tenerlo cerca. Confío en él.

― Grace...

― Confío en ti, siempre lo haré.

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