Capítulo 43

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     Después de almorzar llega la hora de comunicarme con alguien, necesito saber cómo están las cosas.

Anoche no pude dormir pensando en que Efraín puede estar muerto y que Harry vaya a la cárcel. Hay una cosa buena y otra mala, la buena que Efraín haya muerto, la mala que vaya a la cárcel por mi culpa, eso jamás me lo perdonaría, ni siquiera lo soportaría.

Enciendo el teléfono y a los dos minutos recibo una llamada de mi hermana. Sí que está activa.

― ¿Giselle? ―pregunto a través de la línea telefónica.

― ¡¿Dónde estás?! ¡Mi madre te está llamando como loca! ¡¿DÓNDE ESTÁS?!

― Espera, ¿Podrías calmarte? ―le pido.

― ¡Efraín tuvo un accidente! ―me grita―. ¡Y estoy sola en la clínica! ¡SOLA!

Entonces... ¿No ha hablado?

― P-pero ―no quiero preguntar esto pero no levantaré sospechas―. ¿Cómo está él?

― ¡Está en coma!

― Deja de gritar. ―espeto―. ¿Qué han dicho los doctores?

― Deja de hacerte la tonta Grace. ―suelta―. Si no es estás aquí en una hora, le diré a mi madre que atacaste a Efraín.

― ¡¿Qué?!

― Sé que tuviste un fuerte ataque de ansiedad y que Efraín vino a buscarte al hospital, luego desapareciste. ―me explica con enojo―. ¡Lo encontraron casi muerto! ―chilla―. Así que, te quiero aquí en una hora.

― Giselle yo...

― ¡Ya hablé! ―exclama y cuelga la llamada.

Me quedo mirando el teléfono. ¿Qué hago? Efraín no ha hablado porque está en coma. Yo puedo decir que me fui y lo dejé solo y que no sé lo que le pasó... u otra cosa, pero ¿Si despierta del coma y dice la verdad?

No sé qué hacer, tengo que hablar con Harry.

― ¡Harry! ―exclamo entrando a su habitación.

― Estoy en el baño. ―escucho que dice desde el baño. Me regreso y me quedo de pie frente la puerta del baño al final del pasillo.

― Tengo que ir a Londres. ―le digo y escucho que cierra la regadera―. Efraín está en coma casi muerto y Giselle me amenazó. ―retrocedo un paso cuando la puerta se abre y miro a Harry con el cabello lleno de champú.

― ¿Qué dijiste?

Si Giselle no me hubiera llamado, en este momento estaría carcajeándome de verlo así.

― Tengo que ir a la clínica, Giselle me dijo que sabe que estuve en el hospital con Efraín y si no voy le dirá a mi madre.

― No puedes ir sola. ―dice pasándose una mano por la cara para quitar el agua llena de champú de sus ojos.

― Necesito más de una hora para llegar allá, no puedo esperar mas, no te preocupes él está en coma. ―le digo caminando hacia la sala.

― Espérame ya salgo. ―me dice y niego con la cabeza.

― No seas idiota, no puedes ir y arriesgarte a qué te vean.

― ¡Quiero ir! ―exclama con enojo―. No pienses que irás sola, ¿Qué clase de novio piensas que soy? ―me doy la vuelta.

― No puedes ir porque ella no puede verte, nadie puede saber que estás aquí, además Efraín está en coma, no me hará nada.

― No me vengas con...

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