Consecuencias
Una luz brillante que parpadea lentamente.
¿Una estrella? Muchas estrellas, creo que estoy en el aire, en el universo... y, es genial.
Mi visión es borrosa y empiezo a confundirme, ¿Por qué todo está blanco?
― ¿No me estás escuchando? ―reconozco esa voz.
Miro hacia mi costado derecho sin muchas ganas.
― ¿No me reconoces? ―pregunta.
― ¿Qué haces aquí?
― ¿En dónde? ―me pregunta como si ella no supiera en donde estamos.
Miro a mi alrededor, ¿Una habitación de hospital?
― ¿Qué pasó? ―me empiezo a angustiar e intento levantarme. Giselle me impide que me levante y solo así siento un fuerte dolor en el brazo casi en el hombro.
― Te pasó algo ridículo. ―explica fastidiada.
― ¿Qué me pasó? ―le pregunto casi enojada, la realidad es que mi hermana es una odiosa y bueno, ya empiezo a tener consciencia de lo que sucedió. No es como si quisiera recordarlo todo.
― Te caíste de la moto.
Solo recuerdo la Hummer de Efraín asomándose en la esquina. Me toco la cara en busca de sentir algún dolor.
― No te pasó nada. Solo frenaste bruscamente y el impulso te hizo volar a algunos metros hacia el césped. Nada que lamentar... ah sí, algunos rasguños en la moto, nada que no la haga ver espectacular.
― ¿Dices que no me pasó nada? ¿Estás segura? ―pregunto incorporándome preocupada por mí.
Muevo los pies y efectivamente puedo sentirlos. Me dejo caer en la camilla y siento un fuerte dolor en el brazo izquierdo que me saca un gemido.
― Los doctores dicen que no tienes huesos rotos.
― Pero, me duele mucho el brazo. ―le digo tocándome el brazo izquierdo. En realidad el dolor es un poco intenso.
― Se lo informaré al doctor. ―dice mientras se levanta para salir de la habitación.
― Espera, ¿Quién sabe de esto?
Por favor que mi padre no esté al tanto de la situación.
― Los que estaban en momento del show y yo. ―me responde despreocupada.
― ¿Y nuestros padres?
― Lo que te pasó no es tan grave, Efraín sugirió que no le dijéramos a nuestra madre y mucho menos a nuestro padre.
― ¿Efraín te llamó antes de traerme aquí?
― Yo iba con Efraín en el auto.
¿Ella iba con él? ¿Qué iban a hacer ellos dos a mi casa?
Giselle sale de la habitación. Me duelen las extremidades, y mañana el dolor será peor. La puerta se abre de repente y Karla entra con Andrés. Ambos con caras digna de fotografiar.
― ¡Grace! ―gimotea Karla mientras me abraza.
― ¡Auch! Mi brazo, me duele.
― Lo siento. ―dice―. Estaba muy preocupada y Andrés no dejaba de echarse la culpa y yo te vi volar como Goku...
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Aléjate
Ficção Geral[EN EDICIÓN] Desde el principio siempre tuvieron razones para no mirarse ni hablarse, pero ambos saben que lo prohibido y lo peligroso siempre es codiciado por todos y ellos no serán la excepción. Romper las reglas siempre fue y será elección de amb...