Capítulo 12.

6.3K 337 4
                                    

Tras saludarme, sonrío ante la pronunciación de mi nombre y me inclino para besar su mejilla sin apenas ser consciente del acto que hago.

-Hola, Rafa.

Observo como sus ojos verdes me escanean el rostro hasta quedarse fijo en mis ojos; mirándome.

-¿Paseamos?

Asiento y emprendemos camino por la plaza de Cañadio sin pronunciar palabra alguna. La incomodidad se hace presente, al menos para mí, y frunzo mis labios, buscando algo que decir.

-Y... ¿Cómo te encuentras? -rompo el silencio, intentando entablar una conversación

Me mira y sonríe.

-Muy bien - responde. - Gracias por venir.

Lo miro desconcertada.

-Tampoco ha sido molestia.

-Bueno, pero igualmente.

Seguimos caminando y yo doy por finalizada la conversación, pero él habla.

-¿Te gustaría trabajar conmigo? Es decir, se te da bien eso de vender y...

Niego con la cabeza.

-No me apetece trabajar de churrera por el momento, pero gracias -sonrío. - Rafa, quiero que conste que solo lo he hecho para ayudarte.

Me devuelve la sonrisa.

-Eres muy buena niña.

Vuelvo a sonreír, pero algo en mi mente se alerta.

Me ha dicho niña.

Me ha dicho niña.

Yo no soy una niña.

-Gracias -musito.

Impulsos inconscientes de mi cuerpo quieren que me abalance ahora sobre él y besar sus labios sin fin, pero no lo hago. Él me ve como una niña, y es comprensible.

-¿Qué carrera has estudiado?

Nos paramos y él se posiciona enfrente de mí.

-Publicidad y marketing.

Alzo las cejas sorprendida.

-Vaya.

-¿No te gusta?

-Sí, pero pensaba que te habrías decantado por la medicina o ingeniería.

Sonríe.

-Me alegra que pienses que podría llegar a eso, pero no. Esas carreras no me atraen realmente.

Nos quedamos mirando por un momento mientras ambos sonreímos y el vivo sol de verano hace sombra a su rostro, provocando que a penas pueda ver su expresión. Igualmente puedo ver cómo nuestros ojos verdes están conectados y siento desplazarme hacia otro lugar, pero entonces bajo la mirada rompiendo la conexión y borrando mi sonrisa.

No puedo comprometerme tan rápido.

Y también cabe incluir que me lleva ocho años.

Noelia, cariño mío, el karma te devuelve haber hecho chuletas a los trece años.” Pienso.

-Y tú, ¿qué quieres estudiar? -se interesa, preguntándome tras un silencio incómodo.

Mis ojos se posan sobre él y medito unos segundos a la vez que seguimos sin movernos, estáticos uno frente al otro.

- Administración y gestión de empresas, en principio.

-Es interesante. ¿Crees haber sacado la nota para la universidad?

Mi primer amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora