-¿Ya has preparado la ropa?
Mientras mastico mi albóndiga con tomate, niego con la cabeza y centro mi mirada en los ojos azules de Carmen, que me está observando mientras bebe una pinta.
-Deberías hacerlo – me aconseja.- Salís mañana a donde quiera que te lleve.
Asiento y trago mi comida.
-Lo sé, pero entre el trabajo y todo esto...
Ella me observa sin decir nada mientras yo resoplo y recuesto mi espalda en el respaldo de la silla de aquel bar.
-¿A qué hora vuelves? – pregunta observando la hora en su teléfono.
-Dentro de veinte minutos – contesto y estiro mis piernas bajo la mesa.- ¿Tú que tal con -Mario?
-Más mal que bien.
Frunzo el ceño y sonrío torcidamente.
-¿Por qué?
-No quiere follar conmigo – se queja mientras cruza sus brazos bajo el pecho.- Dice que quiere esperar a que "formalicemos" todo.
Río y me tapo la boca en cuanto me dedica una mirada asesina.
-¿Qué? Da gracia – me defiendo.- Además, no pensaba que Mario fuese tan puritano.
-Lo mismo digo – murmura mientras pincha con el tenedor algo de su ensalada.- Esta noche follo, seguro.
Ruedo los ojos.
-¿Y qué harás para que profane tu cueva?
-Que basta que ere – se queja con una sonrisa.- No lo sé, ya improvisaré.
Reímos.
-Se te va la olla.
-No, porque si no ayer no podría haber cocinado con ella.
***
-¿Te gusta?
Me giro y abro la cortina del probador para ver como los ojos marrones y pequeños de Carlota inspeccionan mi conjunto de ropa interior; se cruza de brazos y lo repasa varias veces para acabar asintiendo con la cabeza y aplaudiendo.
-¡Es fantástico!
Río.
-¿Le gustará? – pregunto observando mi reflejo.
-Seguro que sí – me anima.- Si no, cuando volváis le arranco los huevos.
Río y cierro la cortina.
-¿Cuánto cuesta?
-Veinticinco euros.
(...)
-¿Solo te llevas ese?
-Sí – afirmo.- ¿Por qué?
Carlota se encoje de hombros, coge mi dinero y me da el cambio.
-Por saber – dice mientras hace aquellas acciones.- ¿Te has preparado ya ropa súper sexy para él?
Río y niego con la cabeza.
-No he hecho ni la maleta todavía.
Río y Carlota me observa con sorpresa mientras una clienta viene y opto yo por atenderla. Cuando cada una acabamos, nos dirigimos hacia las estanterías llenas de ropa desordenada.
-Pues, volviendo a lo de antes, yo ya la hubiese hecho.
Sonrío y niego con la cabeza.
-No he tenido tiempo.
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Mi primer amor.
Любовные романыEl amor es aquel sentimiento tan odiado como amado. Yo, por mi parte, me encuentro en el punto medio sobre el cual no sé hacia donde ir; si odiarlo o amarlo. Cuando acabé con Yago, mi ex pareja, disfruté de mi soltería y aproveché al máximo mis estu...