Capítulo 43.

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-¿Ya has preparado la ropa?

Mientras mastico mi albóndiga con tomate, niego con la cabeza y centro mi mirada en los ojos azules de Carmen, que me está observando mientras bebe una pinta.

-Deberías hacerlo – me aconseja.- Salís mañana a donde quiera que te lleve.

Asiento y trago mi comida.

-Lo sé, pero entre el trabajo y todo esto...

Ella me observa sin decir nada mientras yo resoplo y recuesto mi espalda en el respaldo de la silla de aquel bar.

-¿A qué hora vuelves? – pregunta observando la hora en su teléfono.

-Dentro de veinte minutos – contesto y estiro mis piernas bajo la mesa.- ¿Tú que tal con -Mario?

-Más mal que bien.

Frunzo el ceño y sonrío torcidamente.

-¿Por qué?

-No quiere follar conmigo – se queja mientras cruza sus brazos bajo el pecho.- Dice que quiere esperar a que "formalicemos" todo.

Río y me tapo la boca en cuanto me dedica una mirada asesina.

-¿Qué? Da gracia – me defiendo.- Además, no pensaba que Mario fuese tan puritano.

-Lo mismo digo – murmura mientras pincha con el tenedor algo de su ensalada.- Esta noche follo, seguro.

Ruedo los ojos.

-¿Y qué harás para que profane tu cueva?

-Que basta que ere – se queja con una sonrisa.- No lo sé, ya improvisaré.

Reímos.

-Se te va la olla.

-No, porque si no ayer no podría haber cocinado con ella.

***

-¿Te gusta?

Me giro y abro la cortina del probador para ver como los ojos marrones y pequeños de Carlota inspeccionan mi conjunto de ropa interior; se cruza de brazos y lo repasa varias veces para acabar asintiendo con la cabeza y aplaudiendo.

-¡Es fantástico!

Río.

-¿Le gustará? – pregunto observando mi reflejo.

-Seguro que sí – me anima.- Si no, cuando volváis le arranco los huevos.

Río y cierro la cortina.

-¿Cuánto cuesta?

-Veinticinco euros.

(...)

-¿Solo te llevas ese?

-Sí – afirmo.- ¿Por qué?

Carlota se encoje de hombros, coge mi dinero y me da el cambio.

-Por saber – dice mientras hace aquellas acciones.- ¿Te has preparado ya ropa súper sexy para él?

Río y niego con la cabeza.

-No he hecho ni la maleta todavía.

Río y Carlota me observa con sorpresa mientras una clienta viene y opto yo por atenderla. Cuando cada una acabamos, nos dirigimos hacia las estanterías llenas de ropa desordenada.

-Pues, volviendo a lo de antes, yo ya la hubiese hecho.

Sonrío y niego con la cabeza.

-No he tenido tiempo.

Mi primer amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora