-Les has gustado – seguro cuando los dos salimos de mi casa.
Rafa me mira y frunce el ceño inseguro para después sonreír y besar mi mejilla. Rodeo su cuello con mis brazos para juntar nuestros labios por unos segundos.
-Espero – murmura sobre mis labios.
Sonrío.
-He estado a punto de matarte cuando ibas a contar cómo nos conocimos.
Rafa ríe y rodea mi cintura con sus brazos, provocando que nuestros pechos se junten y un jadeo salga de la boca de cada uno.
-No tenía intención de contar la versión real.
Sonrío y acaricio su mejilla con mi nariz.
-Me alegro de eso.
Rafa sonríe, besa castamente mis labios y observo cómo se marcha.
***
-Es muy guapo – comenta mi madre nada más entrar a la habitación.- Tienes el mismo gusto que yo.
Observo a mi madre confusa para después sufrir a causa de las escenas de mi madre junto mi padre que crea mi mente.
-Mamá, es muy joven para ti.
Ríe y toma asiento en mi cama.
-Voy a preguntarte algo y quiero que me respondas.
-Dime – digo mientras doblo mi ropa.
-¿Eres virgen?
Dejo de doblar la ropa y observo a mi madre rápidamente a causa de la sorpresa de que ella haya sacado eso tema. Mis mejillas se tornan rojas y asiento con la cabeza.
-Sigo siendo virgen, mamá – bromeo.- Ave María Purísima.
-¿No me estás mintiendo?
Ruedo los ojos.
-Que sigo siendo virgen – respondo con un suspiro.- ¿Y qué?
-Oh, nada – responde incorporándose del asiento.- Pero recuerda, Rafa no lo hará contigo si no hay condón.
-Ya lo sé, pesada – resoplo.- Todavía recuerdo la charla de los trece años.
Mi madre asiente orgullosa.
-Y si se rompe el preservativo me llamas y voy a la farmacia.
-Mamá, ya – ordeno.- Ni he follado todavía y estás haciendo especulaciones.
Rueda los ojos.
-Solo te avisaba.
Mi madre sale de mi habitación y yo me dispongo a seguir doblando la ropa mientras imito con voz irritable a lo último que ha dicho. Mi móvil suena, cosa que impide que siga doblando mi ropa y conteste a la llamada de Carmen.
-Dime.
-¡Noelia, ayúdame!
-¿Qué quieres?
-Mario y yo hoy quedaremos y creo que...
Frunzo el ceño.
-Si hace apenas un mes que salís.
-Dos semanas casi tres.
-¿Tú estás segura de que quieres hacerlo?
Ella suspira al otro lado de la línea.
-Ven a mi casa y me acompañas hacia donde está Mario.
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Mi primer amor.
RomanceEl amor es aquel sentimiento tan odiado como amado. Yo, por mi parte, me encuentro en el punto medio sobre el cual no sé hacia donde ir; si odiarlo o amarlo. Cuando acabé con Yago, mi ex pareja, disfruté de mi soltería y aproveché al máximo mis estu...