Capítulo 19.

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-Les has gustado – seguro cuando los dos salimos de mi casa.

Rafa me mira y frunce el ceño inseguro para después sonreír y besar mi mejilla. Rodeo su cuello con mis brazos para juntar nuestros labios por unos segundos.

-Espero – murmura sobre mis labios.

Sonrío.

-He estado a punto de matarte cuando ibas a contar cómo nos conocimos.

Rafa ríe y rodea mi cintura con sus brazos, provocando que nuestros pechos se junten y un jadeo salga de la boca de cada uno.

-No tenía intención de contar la versión real.

Sonrío y acaricio su mejilla con mi nariz.

-Me alegro de eso.

Rafa sonríe, besa castamente mis labios y observo cómo se marcha.

***

-Es muy guapo – comenta mi madre nada más entrar a la habitación.- Tienes el mismo gusto que yo.

Observo a mi madre confusa para después sufrir a causa de las escenas de mi madre junto mi padre que crea mi mente.

-Mamá, es muy joven para ti.

Ríe y toma asiento en mi cama.

-Voy a preguntarte algo y quiero que me respondas.

-Dime – digo mientras doblo mi ropa.

-¿Eres virgen?

Dejo de doblar la ropa y observo a mi madre rápidamente a causa de la sorpresa de que ella haya sacado eso tema. Mis mejillas se tornan rojas y asiento con la cabeza.

-Sigo siendo virgen, mamá – bromeo.- Ave María Purísima.

-¿No me estás mintiendo?

Ruedo los ojos.

-Que sigo siendo virgen – respondo con un suspiro.- ¿Y qué?

-Oh, nada – responde incorporándose del asiento.- Pero recuerda, Rafa no lo hará contigo si no hay condón.

-Ya lo sé, pesada – resoplo.- Todavía recuerdo la charla de los trece años.

Mi madre asiente orgullosa.

-Y si se rompe el preservativo me llamas y voy a la farmacia.

-Mamá, ya – ordeno.- Ni he follado todavía y estás haciendo especulaciones.

Rueda los ojos.

-Solo te avisaba.

Mi madre sale de mi habitación y yo me dispongo a seguir doblando la ropa mientras imito con voz irritable a lo último que ha dicho. Mi móvil suena, cosa que impide que siga doblando mi ropa y conteste a la llamada de Carmen.

-Dime.

-¡Noelia, ayúdame!

-¿Qué quieres?

-Mario y yo hoy quedaremos y creo que...

Frunzo el ceño.

-Si hace apenas un mes que salís.

-Dos semanas casi tres.

-¿Tú estás segura de que quieres hacerlo?

Ella suspira al otro lado de la línea.

-Ven a mi casa y me acompañas hacia donde está Mario.

Mi primer amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora