Capítulo 30.

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-Ya – murmuro posando la vista en mis manos.- Bueno, si surge la ocasión de que ella quiera hablarnos ya aclararemos todos.

-¿Sigues teniendo esperanzas, verdad?

Asiento y suspiro.

-Es nuestra mejor amiga, Carmen.

-Era.

-¿Qué tal con Mario? – le pregunto cambiando de tema.

Resopla y rueda los ojos.

-Ahora le ha pegado por llamarme dos veces al día y enviarme mensajes para aclarar cosas, pero yo no quiero.

-¿No te comerás el orgullo?

-Para nada – contesta con enfado.- No entiendo la reacción que tuvo y si antes buscaba explicaciones, ya no.

Asiento.

-Has cambiado.

Ella ríe y peina su pelo.

-Lo sé. Tú también.

Alzo las cejas y sonrío.

-¿Para bien o mal?

-Bien – contesta.- Estás loquita por el ojitos verdes.

Río y ruedo los ojos.

-A tanto no llego.

Ríe.

-¿Ya lo habéis hecho?

-No – niego.- Es que ahora me ha surgido el miedo, tía.

Carmen hace una mueca y asiente comprendiéndome.

-Lo sé – sonríe.- Pero a mí solo me dolió un poco y luego nada. Obviamente porque estaba cachonda perdida.

Río.

-Excitada, ¿eh?

-Mucho – murmura recordando para después suspirar.- La verdad que fue bonita y no me arrepiento, pero...

-No te gustó su reacción.

Asiente.

-No sé si se dedica al arte escénico o qué porque un día me suelta que siente algo muy fuerte por mí para después al siguiente pasar de mi cara.

-Los hombres son raros.

-Luego se quejan de nosotras.

Reímos.

***

-¿Qué tal con el novio ese del cual nos habla tu madre, Noelia?

Poso mi mirada en la compañera de trabajo de mi madre y sonrío algo incómoda. ¿Mi madre les habla sobre mis relaciones a sus amigas? Ruedo los ojos interiormente para después asentir con decisión.

-Muy bien – contesto.- ¿Cómo lo sabes?

-No para de decir que el novio de su hija es guapísimo y que tienes buen gusto.

Bajo la mirada avergonzada mientras me sonrojo.

Madre mía.

-Tampoco es para tanto.

Ella ríe.

-Incluso me enseñó la foto que tienes de perfil con él – me revela.- Y es muy guapo.

Abro los ojos como platos y poso mi mirada en la mujer que me sonríe para después dirigirse a hacer unas fotocopias. Tras eso, me incorporo del lugar donde se sienta mi madre y le dejo una nota avisándole de que me vuelvo al trabajo.

Mi primer amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora