-Ya – murmuro posando la vista en mis manos.- Bueno, si surge la ocasión de que ella quiera hablarnos ya aclararemos todos.
-¿Sigues teniendo esperanzas, verdad?
Asiento y suspiro.
-Es nuestra mejor amiga, Carmen.
-Era.
-¿Qué tal con Mario? – le pregunto cambiando de tema.
Resopla y rueda los ojos.
-Ahora le ha pegado por llamarme dos veces al día y enviarme mensajes para aclarar cosas, pero yo no quiero.
-¿No te comerás el orgullo?
-Para nada – contesta con enfado.- No entiendo la reacción que tuvo y si antes buscaba explicaciones, ya no.
Asiento.
-Has cambiado.
Ella ríe y peina su pelo.
-Lo sé. Tú también.
Alzo las cejas y sonrío.
-¿Para bien o mal?
-Bien – contesta.- Estás loquita por el ojitos verdes.
Río y ruedo los ojos.
-A tanto no llego.
Ríe.
-¿Ya lo habéis hecho?
-No – niego.- Es que ahora me ha surgido el miedo, tía.
Carmen hace una mueca y asiente comprendiéndome.
-Lo sé – sonríe.- Pero a mí solo me dolió un poco y luego nada. Obviamente porque estaba cachonda perdida.
Río.
-Excitada, ¿eh?
-Mucho – murmura recordando para después suspirar.- La verdad que fue bonita y no me arrepiento, pero...
-No te gustó su reacción.
Asiente.
-No sé si se dedica al arte escénico o qué porque un día me suelta que siente algo muy fuerte por mí para después al siguiente pasar de mi cara.
-Los hombres son raros.
-Luego se quejan de nosotras.
Reímos.
***
-¿Qué tal con el novio ese del cual nos habla tu madre, Noelia?
Poso mi mirada en la compañera de trabajo de mi madre y sonrío algo incómoda. ¿Mi madre les habla sobre mis relaciones a sus amigas? Ruedo los ojos interiormente para después asentir con decisión.
-Muy bien – contesto.- ¿Cómo lo sabes?
-No para de decir que el novio de su hija es guapísimo y que tienes buen gusto.
Bajo la mirada avergonzada mientras me sonrojo.
Madre mía.
-Tampoco es para tanto.
Ella ríe.
-Incluso me enseñó la foto que tienes de perfil con él – me revela.- Y es muy guapo.
Abro los ojos como platos y poso mi mirada en la mujer que me sonríe para después dirigirse a hacer unas fotocopias. Tras eso, me incorporo del lugar donde se sienta mi madre y le dejo una nota avisándole de que me vuelvo al trabajo.
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Mi primer amor.
RomanceEl amor es aquel sentimiento tan odiado como amado. Yo, por mi parte, me encuentro en el punto medio sobre el cual no sé hacia donde ir; si odiarlo o amarlo. Cuando acabé con Yago, mi ex pareja, disfruté de mi soltería y aproveché al máximo mis estu...