17 enero 2016.
Ya habían pasado dos meses desde que decidí tomar la decisión de romper mi relación con Rafa. Las primeras semanas fueron duras, incluso a penas podía concentrarme en los estudios; pero todo cambió. Gracias al apoyo de personas como Adolf, Askel y demás, logré recuperarme en gran parte.
Cuando volví a Santander por navidad me reencontré con Carmen y Carlota, pero nunca me crucé a Rafa por las calles de allí en ningún momento. Tras aquel día no recibí ninguna noticia, lo que me hizo suponer que él estaba logrando lo que quería para su futuro, y me alegraba.
Camino con tranquilidad por los pasillos de la universidad mientras una canción aleatoria de Maluma suena a través de mis auriculares. Muevo mis labios en un intento de tararear la canción, pero es imposible.
Los pasillos se encuentran llenos a la vez que yo me dirijo hacia la salida del lugar. Cuando lo consigo, vislumbro entre la gente a Joaquín junto Askel.
-Hey - les saludo con una sonrisa.
Los dos chicos me miran, sonríen y yo espero pacientemente a lo que me tienen que decir.
-¿Tienes más clases? - me pregunta el chico rubio.
Niego con la cabeza.
- Entonces, vamos.
Los tres nos subimos al coche de Joaquín, que lo pone en marcha poco después mientras yo me encuentro buscando una foto en la galería. Sin querer, me topo con una de Rafa y me quedo observándola con una sonrisa; no voy a negar que le echo en falta.
-¿Cómo te van los exámenes?- me pregunta Askel desde los asientos de atrás.
Salgo de mi propio mundo, bloqueo el teléfono y giro parte de mi cuerpo para observarle.
-Muy bien - respondo alegremente.- He recuperado todas.
-Así me gusta, Noelia - comenta Joaquín sonriente mientras me da una ojeada.- ¿Estás mejor?
Me posiciono bien en el coche, mi vista se encuentra fija en el frente y asiento.
-Sí, la verdad.
[...]
-¡Un brindis por Noelia! - exclama Adolf observándome desde la otra punta de la mesa junto una sonrisa.- ¡Por ser la chica más guapa, preciosa y tonta que conozco!
-¡Idiota! - exclamo cuando todos empiezan a chocar sus vasos de bebida.
Adolf ríe, me guiña un ojo y yo ruedo los ojos provocando que continúe riendo. El grupo de cinco empezamos a comer en aquel restaurante, charlamos entre nosotros y soltamos algunas que otras barbaridades.
-Noelia - me menciona Claire. Desvío mi mirada de Askel a ella.- ¿Te vienes este fin de semana que viene con nosotros a la casa de campo de Joaquín?
Alzo las cejas por unos segundos.
-¿Tiene una casa de campo?
La pelinegra asiente.
-Puede - respondo dando una ojeada a Joaquín, que está riendo con Adolf.- A lo mejor le pido a Elena si quiere venir, ¿va bien?
Claire asiente.
-Sí, tal vez.
***
-Hacía tiempo que no te veía - hace acto de presencia una voz.
Me encuentro sentada en el banco del pequeño jardín que hay en nuestra residencia a altas horas de la noche. Giro mi cabeza y parte de mi cuerpo topándome con Adolf en dirección a mí.
Sonrío.
-En la comida del otro día a penas pudimos hablar.
Él asiente y toma mi mano con delicadeza.
-¿Necesitas que hablemos sobre lo que pasó hace semana y algo?
Mi vista se encuentra posada en el asfalto y la retiro para posarla en sus ojos azules. Me fijo en al forma de ellos y a mi mente viene Rafa, sonrío débilmente y niego con la cabeza.
-No hay por qué, Adolf - murmuro posando mi mirada en el negro cielo.- ¿O acaso te arrepientes de lo que pasó?
Puedo ver, de reojo, como él niega con la cabeza y aprieta el enlace de nuestras manos. Yo sonrío ante el recuerdo de aquel día y lo macabro que fue.
Por unos instantes me quedo estancada en mi propio mundo, bagando entre mis pensamientos y recordando la última vez que hablé con Rafa. La imagen de su rostro cruza por mi mente y sonrío como las otras veces que he pensado en él. Me gustaría saber cómo se encuentra ahora y qué tal le va en su trabajo, pero sería remover el pasado.
-Noelia...
-No digas nada - murmuro girando mi rostro de modo que nos quedamos a unos centímetros de distancia.- No me tienes que dar explicaciones.
-Pero eres mi amiga y...
-¿Te crees que te voy a juzgar por haberte pillado con un hombre en la cama, Adolf? - le cuestiono algo ofendida.- Sigues siendo mi amigo a pesar de que seas bisexual.
-Pero me sabe mal que nos encontrases con él comiéndome...
-Ya - le interrumpo para después reír los dos.- No hacia falta que especificases.
Adolf ríe y yo rodeo sus hombros con mi brazo mientras estamos sentados en un banco de aquel lugar.
-Salimos desde hace tres meses - confiesa mientras ambos miramos el cielo.- No me he atrevido a dar el paso de hacerlo oficial con nadie.
Le miro por unos segundos.
-¿Tienes miedo a que te juzgen?
Asiente.
-Algo.
-Es normal - murmuro.- La mayoría tenemos miedo al qué dirán.
Adolf asiente y me atrae hacia él.
-¿Tú cómo llevas lo de Rafa?
-Bien - murmuro recostando mi cabeza en su pecho.- No me arrepiento de la decisión aunque me duela no volver a tenerle nunca más.
-Ha sido tu primer amor, ¿no?
Asiento.
-El primero - murmuro recordando nuestra relación con un buen sabor de boca. Sonrío ante eso.- Fue encantador conmigo.
-Y está muy bueno.
Río bajo.
-También. Para mí era perfecto - susurro. - Lo que es extraño que en navidades no me lo haya encontrado por Santander.
Noto como mi amigo se encoje de hombros.
-Tal vez el destino no quiere que os volváis a encontrar.
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Mi primer amor.
RomanceEl amor es aquel sentimiento tan odiado como amado. Yo, por mi parte, me encuentro en el punto medio sobre el cual no sé hacia donde ir; si odiarlo o amarlo. Cuando acabé con Yago, mi ex pareja, disfruté de mi soltería y aproveché al máximo mis estu...