-¿Y por qué no me lo dijiste? -le pregunto tras poner los platos de comida en la mesa de la cocina.
-¿El qué?
Rafa deja sobre la mesa dos vasos de cristal y toma asiento frente a mí. Su ceño se encuentra fruncido mientras espera que le aclare mi pregunta a la vez que sus ojos verdes me observan.
-¿Por qué no me dijiste que ibas a hablar sobre lo de la churrería?
-No pensé -responde inmediatamente.- Tenía pensado comentártelo después con otra cosa.
Mientras me dice eso, llevo a mi boca una cucharada de la comida, arroz a la cubana. Rafa remueve el huevo con el arroz y tomate mientras yo formulo otra pregunta.
-¿Qué otra cosa?
-Me han aceptado en dos trabajos.
Mis ojos, nada más escuchar lo que dice, se abren y alzo las cejas sorprendida. Me incorporo de la silla con rapidez y voy hasta su lado para besarle.-Enhorabuena -murmuro sobre sus labios.
Sonríe.
-Lamento que te enteres ahora y no te lo haya contado antes.
-No pasa nada -le tranquilizo mientras tomo asiento de nuevo. - ¿Y en qué trabajos te han aceptado?
Rafa traga su comida y bebe agua.
-En dos empresas diferentes -responde.- Una se encarga de la distribución de ropa y la publicidad de las nuevas marcas desconocidas, y la otra sobre la venta de no sé qué.
Reprimo una risa.
-¿No te acuerdas de los trabajos en los que te han aceptado?
Él ríe.
-Sí, pero vi solo que me habían aceptado en dos y eso me bastaba.
Asiento y como de mi comida.
-¿Y qué pasará con la churrería?
-En principio quiero seguir yo trabajando, pero mi primo...
-Acepta uno de los trabajos - sugiero.- Ganarás más y el horario será mejor.
Rafa me mira por unos instantes y esboza una sonrisa, lo que provoca que mi corazón se acelere y algo de rubor se instale en mis mejillas.
-Tú siempre siendo tan tú.
Sonrío y le guiño un ojo.
-Te encanta.
-No digo que no.
Los dos reímos y seguimos comiendo mientras establecemos otro tema de conversación. Tras acabar, Rafa se encarga de lavar los platos mientras yo me ducho en su baño.
-¿Tienes ropa interior? -pregunta entrando en el baño.
Abro los ojos de golpe y dejo de enjabonar mi cuerpo para ponerme algo nerviosa. ¿Cuánto tiempo lleva aquí?
-Sí, un bikini de recambio.
-Oh, de acuerdo.
-¿Qué haces aquí?
Puedo intuir que sonríe.
-Solo venía a limpiarme los dientes, señorita.
-Ya, ya... -murmuro poco confiada.- Lávatelos y sal.
Rafa estalla a carcajadas y yo vuelvo a enjabonar mi cuerpo.
-¿Vergüenza?
-Intimidad.
ESTÁS LEYENDO
Mi primer amor.
RomansaEl amor es aquel sentimiento tan odiado como amado. Yo, por mi parte, me encuentro en el punto medio sobre el cual no sé hacia donde ir; si odiarlo o amarlo. Cuando acabé con Yago, mi ex pareja, disfruté de mi soltería y aproveché al máximo mis estu...