Mi primer amor.

Capítulo 49.

   Aprieto con fuerza su mano cuando nos entregan las entradas del cine, causando que Rafa me mire por unos segundos y luego las tome.

-¿Te pasa algo? - me pregunta mientras nos dirigimos hacia la entrada del cine.

Niego con la cabeza y le sonrío intentando darle a entender que estoy bien.

-No, simplemente quería apretarte la mano.

Él ríe.

-Muy lógico todo -bromea para después darle las entradas a un hombre, el cual las parte y se las devuelve.- Y bueno, cuéntame.  ¿Has recibido algo de alguna universidad?

    Con sus ojos puestos sobre los míos,  desvío la mirada y la pongo en el frente mientras niego la cabeza y dejo escapar un falso suspiro.

"Soy una mala persona."  Pienso.

-Bueno - murmura y rodea mi cintura para atraerme haci él. - Ya verás como acabarás en alguna.

"Ya me han aceptado en una Rafa, pero no quiero perderte." Vuelvo a pensar.

    Esbozo una simple sonrisa y nuestros ojos hacen contacto a la vez que nuestros labios. Poco tiempo después,  nos adentramos a la sala de cine y vamos directos a nuestros asientos numerados.

-¿Tú cómo llevas el trabajo?  - pregunto tras habernos sentado y acariciando su mano, que se encuentra en el posa-brazos.

Él me da una ojeada y asiente.

-Bien - afirma.- El otro día empezó una chica nueva y me pone de los nervios.

Reprimo una risa ante como se pone su rostro cuando habla.

-¿Y eso se debe a...?

-No sabe hacer nada - se queja y me mira con cara de desesperación.- Es que ni sabe usar una maldita fotocopiadora.

Esta vez si que río,  llamando la atención de la gente que está en la sala y también de la que entra en ella.

     Al cabo de unos veinte minutos,  las luces se apagan y los tráilers de las nuevas películas se proyectan en la pantalla mientras yo apoyo mi cabeza en el hombro de Rafa y él me besa la mano.

-Te amo - susurro en su oído moviendo mi cabeza.

"Te amo, Rafa. Espero que cuando te enteres sepas comprenderme." Pienso.

[...]

-Ha sido un poco chorra la película,  eh - bromeo.- Y, sobretodo, los pésimos efectos especiales que lleva.

-Noelia... -sisea Rafa dándome una mirada odiosa.- Te la estás buscando, eh.

Río,  beso su mejilla y le guiño un ojo.

-Que era broma, tonto.

Él rueda los ojos, sonríe y peina su pelo que está más largo de lo habitual.

Sonrío.

-Me gusta que esté así -comento en un susurro parándome a pasar mis manos por su pelo.- Así puedo agarrarlo.

Él alza una ceja divertido.

-Agarrarlo, ¿para qué?

   Le dedico una media sonrisa para después guiñarle un ojo y seguir caminando, dejándole así con la duda.

-Respóndeme, Noelia.

    Le miro cuando llega a mi lado y río.

-Eso no se dice, Rafa.