Me incorporo de mi cama con cansancio mientras bostezo sonoramente. Tomo mi teléfono, que se encuentra en mi mesilla de noche, y compruebo la hora para después suspirar.
Solo son las nueve.
-¿Es que no puedo ser como los demás y dormir hasta bien entradas las once? -murmuro.
Froto mis ojos al ya haberme incorporado y tomo ropa de recambio para ir directamente hacia la ducha. Tras acabar, bajo corriendo a la cocina y me encuentro a mi padre haciendo el desayuno.
-Hola, nena.
Sonrío y beso su mejilla.
-¿Y mamá?
-Está pasando la aspiradora por el salón.
Asiento, bebo algo de agua y voy hacia el salón para encontrarme a mi madre haciendo lo que mi padre me ha dicho.
-Hola -saludo mientras me dirijo hacia ella.
Sonríe y me abraza para después besar mi mejilla.
-¿Has desayunado ya?
Niego con la cabeza.
-¿Han avisado ya sobre alguna universidad? -pregunto con la esperanza de saber la respuesta.
Niega con la cabeza.
-Tranquila, Noelia -me dice mi madre.- Piensa que estamos a principios de julio.
Asiento con decepción.
-Bueno, gracias. Me voy a desayunar.
Asiente.
-Cuando vayas dile a tu padre que tiene que poner la lavadora y fregar la cocina.
-De acuerdo.
***
-¿Y entonces?
Tomo la mano de Rafa mientras observo el suelo de la calle, alzo la vista y nuestras miradas conectan.
-Que de momento no han dicho nada -suspiro.- Como no me cojan...
Sin dejarme acabar, él rodea mi cuerpo con sus brazos y siento su calor reconfortarme. Me permito suspirar por unos instantes y olvidarme de lo que estábamos hablando mientras estoy entre sus brazos.
-Seguro que te cogen.
Frunzo el ceño, insegura.
-¿Tú crees?
-¿Y por qué no? Hay gente mucho peor que tú.
-Y mejor.
Sonríe y niega con la cabeza.
-Ya te digo yo que no.
Sonrío ante lo que dice y me quedo, por unos instantes, admirando sus ojos verdes achinados a causa de la sonrisa.
-Bésame -me pide.
-¿Y si no quiero?
Él ríe.
-Vamos -suplica. - Dame un beso.
Río mientras rodeo su cuello con mis brazos y voy aproximando mi boca a la suya. Rafa, impaciente, rodea mi cintura para atraerme más hacia él intentando unir nuestros labios impacientemente.
Sus labios se posan sobre los míos y siento la calidez de ellos atravesarme el cuerpo mientras mis dedos acarician su nuca. Entre el pico que nos estamos dando, el ronronea ante las caricias en su nuca provocando que yo ría.
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Mi primer amor.
RomanceEl amor es aquel sentimiento tan odiado como amado. Yo, por mi parte, me encuentro en el punto medio sobre el cual no sé hacia donde ir; si odiarlo o amarlo. Cuando acabé con Yago, mi ex pareja, disfruté de mi soltería y aproveché al máximo mis estu...