-Quiero ir a ver esa película – le digo a Rafa nada más ver el tráiler.
-¿Por el chico o la trama?
Sonrío y siento su brazo rodea mis hombros para así poder apoyar mi cabeza sobre su pecho y comer una aceituna.
-Obviamente por el chico. Es Rodrigo Guirao*, Rafa.
Él ríe, provocando que sienta su pecho vibrar bajo mi cabeza.
-Ya sabía yo que no era por la trama.
Levanto mi cabeza del lugar donde estaba y miro a Rafa con una sonrisa inocente para después acariciar su mejilla con mi nariz. Beso su mentón y voy ascendiendo, lentamente, hasta sus labios.
-No – niega alejándose de mí.
-¿Me has hecho la cobra? – pregunto asombrada.
Alzo las cejas sorprendida y me siento sobre sus piernas a la vez que me cruzo de brazos.
-Noelia...
-Me has hecho la cobra.
Él ríe.
-Sí.
Sonríe.
-¡Y encima te sientes orgulloso! – exclamo fastidiada.- ¡Serás tonto!
Cojo un cojín del sofá y le pego con él en su brazo para después fruncir mi ceño y volverme a cruzar de brazos. Rafa, tras eso, sonríe y rodea mi cintura atrayéndome más hacia él, de manera que pueda apoyar mi cabeza sobre su hombro.
-¿Te has enfadado? – pregunta tras un largo silencio.
Le miro a los ojos verdes, intentando así hacerlo desaparecer por haberme hecho enrabiar, pero acabo riendo y rodeando su cuello para dejar un beso ahí.
-Para nada.
-¿Puedo darte un beso? ¿O me harás la cobra?
-Venga, dámelo.
Rafa sonríe ganador y se acerca lentamente a mí a la vez que yo sonrío. Cuando nuestros labios están a punto de unirse, me separo de él estallando a carcajadas.
-Serás...
Sigo riendo.
-Ha sido inevitable. Lo siento.
Rafa ríe también para después entrecerrar los ojos hacia mí y negar con la cabeza exasperado, pero exceptuando la última acción, sé que también le divierte esto. Cuando acabo de reír, nos quedamos los dos mirando fijamente para después empezar a acercar nuestros rostros y besarnos por fin.
Los latidos de mi corazón, al más mínimo roce, incrementan de una manera impotente a su vez que las "mariposas" de mi estómago revoletean cada vez más y más. Por primera vez, tras habernos dado cuatro o cinco besos, Rafa y yo jugueteamos con nuestras lenguas, causando así que la temperatura incremente.
Lentamente y sin apenas darme cuenta, su mano se cuela debajo de mi camiseta mientras que yo poso ambas de las mías en sus mejillas; profundizando el beso. Tiempo después, la mano que se había colado debajo de mi camiseta, se encuentra amasando mi pecho cubierto por un sujetador mientras que rozamos nuestras intimidades.
El timbre de su apartamento suena y nos separamos, hago una mueca algo disgustada porque nos hayan interrumpido el momento y me levanto de él. Rafa besa castamente mis labios y yo me percato de la evidente erección, que provoca que se me escape la risa.
-¿Qué pasa? – pregunta con el ceño fruncido.
-Nada, nada – contesto conteniendo la risa.- Solo que no creo que le guste al del otro lado de la puerta ver una tienda de campaña.
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Mi primer amor.
RomanceEl amor es aquel sentimiento tan odiado como amado. Yo, por mi parte, me encuentro en el punto medio sobre el cual no sé hacia donde ir; si odiarlo o amarlo. Cuando acabé con Yago, mi ex pareja, disfruté de mi soltería y aproveché al máximo mis estu...