Capítulo 35.

5.1K 292 4
                                    

Los ojos marrones de él, entre la oscuridad del lugar, me observan y veo como sonríe para acercarse a mí.

-Pensaba que no eras tú - comenta por encima de la música. - Pero me equivoqué.

Alzo las cejas.

-¿Qué quieres?

-¿Y tu novio?

-Ha salido tarde de trabajar - le informo. - Por eso no está aquí.

Él sonríe mostrando el smile que se ha hecho y yo lo miro sorprendida.

-¿Te gusta?

Me encojo de hombros.

-Está guay.

Él asiente.

-¿Has venido sola? - niego con la cabeza.- Con Carmen, ¿no?

Río y asiento.

-¿Tan obvio es?

-Sí - afirma él con una sonrisa para después señalar con su mano ocupada por un vaso de alcohol detrás de mí. - Está ahí.

Giro mi cabeza y la observo para reír después.

-¿Y tú has venido solo?

Niega con la cabeza y peina su pelo castaño algo largo.

-Alba está allí - me dice y yo frunzo el ceño. - Mi rollo.

Alzo las cejas.

-No pierdes el tiempo, eh.

Ríe.

-Tú tampoco.

Carmen se acerca a nosotros y saluda a Yago agitando su mano frente a él para después proponerme una cosa.

-¿Nos vamos a fumar una cachimba? Hay un local aquí cerca.

Miro por unos instantes a Yago y luego a mi amiga para asentir.

-Bueno, yo me voy - anuncia él.- Me alegro de haberos visto.

-Igualmente.

Sonreímos.




***



-¿Estás despierta? - escucho la voz de mi madre.

Entre abro los ojos lentamente y observo la figura de mi madre frente a mí. Gruño de cansancio y me giro hacia el otro lado para estar más cómoda.

-¿Qué pasa?

-Tu padre y yo nos marchamos a dar una vuelta por Santander - comenta.- ¿Podrás tener la mesa preparada y haber ordenado tu cuarto?

Me incorporo apoyando mi cuerpo sobre uno de mis codos y observo a mi madre con cansancio.

-De acuerdo - acepto lanzándome de nuevo al blando colchón.

-¿Hoy verás a Rafa?

-Ay, mamá - me quejo. - Y yo qué sé.

-Estás insoportable -murmura.- Cuando vengamos espero que lo que te he dicho esté hecho.

Tras haberse ido mis padres, alrededor de una hora y media después, me incorporo de la cama y voy directa a la ducha. Tras lavarme, desayuno y ordeno mi habitación para salir a la terraza y empezar a leer La ladrona de libros.

Cuando el reloj marca las doce y media, me levanto de la silla y voy directa a la cocina para preparar la mesa. Mientras lo hago, mi móvil suena avisándome de una llamada entrante.

Mi primer amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora