Arkadia (AU) -Español [Clexa]

Capítulo 25

LEXA

Llevaba todo el día nerviosa en el trabajo ante la idea de ver a Clarke esa misma tarde, ya que había acordado con ella el ir directa a su piso tras el trabajo para ponerse la ropa que quería que llevase para las fotos, tal cómo debía haber pasado el día anterior.

Sonrió ante ese intento fallido con la ropa y cómo todo se les fue un poco de las manos, habían pasado todo el tiempo posible juntas en la cama y si no llega a ser por la llegada de Lincoln y porque Clarke tenía que irse a trabajar, juraría que esas horas se hubiesen extendido aún más, quizás hasta se hubiese despertado por primera vez al lado de la rubia. Algo que no le desagradaba para nada.

Nada más tocar al telefonillo del edificio escuchó el pitido que abría la puerta, era como si Clarke la estuviese esperando tras la puerta directamente. Parecía incluso más ansiosa que ella misma.

Parecía que sus palabras eran completamente acertadas, fue salir del ascensor y verla pegada a su puerta en el pasillo, recostada sobre su hombro en la pared, mirando hacia el ascensor.

-Has tardado mucho. –Le dijo Clarke aún sin apenas haber llegado a su alcance.

-No ha sido mi culpa, había atasco por obras. –Contestó una vez frente a ella.

-Si me hubieses dejado ir a por ti....

-Puedo moverme solita, ¿Recuerdas? –Contestó mientras se acercaba para darle un beso, quedándose a centímetros de su boca. -¿Tengo algo de tiempo para darte un beso?

-Para eso siempre hay tiempo cariño. –Contestó Clarke, agarrándola de la cintura para besarla. -Anda, ve y cámbiate ya. –Dijo dándole una leve palmadita en el culo tras soltar su amarre. –En mi habitación está la ropa. –Informó.

-¿No vienes? –Insinuó alzando una de sus cejas e intentando provocarla.

-Como vaya no vamos a salir de ahí. –Contestó Clarke cruzándose de brazos e intentando poner gesto serio. –Venga va, tira.

Se había puesto la ropa que Clarke cuidadosamente le había puesto sobre la cama, unos pantalones vaqueros negros pitillo con algunos cortes sobre una de sus rodillas, una camiseta de tirantes bastante suelta con aberturas en los laterales, tal como le gustaba a la rubia, y una camisa de cuadros, también bastante ancha, de color azul.

-Clarke, ¿puedes venir? Tenemos un problema.

-¿Qué ocurre? –Dijo Clarke nada más entrar. –Vaya, me encanta cómo te sienta. –Comentó observándola de arriba abajo.

-Que no voy a ir así con tacones. –Dijo observando la ropa que se había quitado y los zapatos que dejó junto a la cama.

-Ummm, tienes razón, espera. –Contestó la rubia acercándose a un zapatero que tenía justo al lado del armario. -¿Qué tal esto? –Preguntó mientras le enseñaba unas converse de color negro.

-Si a ti te vale para las fotos, estupendo. –Contestó ella.

-Realmente te quiero descalza, pero no vas a ir así hasta dónde te voy a llevar. –Dijo acercándose a ella para entregarle el calzado.

-¿Y a dónde me vas a llevar? –Preguntó sentándose para ponerse las converse.

-Ah, ya lo verás.

El camino le resultaba familiar, era el mismo que llevaba al lugar de la playa donde Clarke solía desconectar, pero no se pararon ahí, Clarke seguía conduciendo.

-Es una cala pequeña, está bastante escondida por lo que la gente no suele venir mucho. –Decía Clarke una vez aparcada la moto y dirigiéndose andando al lugar. –Ten cuidado, el acceso es algo complicado. –Dijo ofreciéndole su mano para que bajase con mayor seguridad una especie de pequeña rampa formada por rocas. –Genial, vamos a estar solas, lo dicho no suele venir nadie. –Sonrió observando el lugar.