Arkadia (AU) -Español [Clexa]

Capítulo 82

CLARKE

-¿Qué es lo que te falta en la planta baja? –Preguntó Abby mientras bajaban del coche adentrándose en la casa.

-La cocina y el jardín. –Contestó Clarke abriendo la puerta. –No he hecho mucho desde que.... Ya sabes. –Dijo moviendo sus manos.

-¿Ya has acabado con el garaje y el recibidor?

-Así es.

-Me gusta el color, es muy bonito. –Decía Abby observando el recibidor. –A Lexa le va a encantar.

-Ya hace casi cuatro meses.... –Contestó Clarke un tanto apenada.

-Hija. –Dijo su madre mirándola con cariño.

-No puedo evitarlo, cada día me cuesta más. Cada día pierdo un poquito más de fe en que vuelva. –Suspiró y se encogió de hombros.

-Volverá, y cuando lo haga esta casa estará lista para las dos. –Dijo acariciando suavemente Abby el rostro de su hija.

-Eso si quiere volver conmigo... -Decía Clarke con un gesto apenado.

-Cielo... -Dijo su madre mirándola con ternura.

-Es igual, no te preocupes. –Contestó con una sonrisa fingida.

-¿Por qué siento que no quieres avanzar con la casa? ¿Te estás rindiendo?

-No. No es eso. Es que lo que he hecho lo habíamos hablado Lexa y yo, e incluso tenía algunas ideas que ella misma había propuesto, pero el resto ya es hacerlo todo por mi cuenta...

-A ella le va a encantar, Clarke. –Contestó Abby.

-Pero era algo de las dos. No me atrevo a seguir.

Últimamente la relación con Abby había mejorado notablemente. Abby se había convertido en su confidente más fiel y en el hombro sobre el que lloraba los días que no podía más. No sabía cuánto había necesitado a su madre hasta esos momentos en que la escuchaba y comprendía, le daba su apoyo o le aconsejaba.

-¿Por qué no dejas que me encargue yo de la cocina? –Preguntó su madre dentro de ella.

-Ya sabes que quiero hacerlo todo yo.

-Clarke. No seas cabezota. Vas con retraso y sería mi regalo.

-Yo no tengo culpa de que enlosar la mitad de la pared del garaje me llevará tanto tiempo. –Se quejó la rubia.

-Si hubieses llamado a los chicos... -Le recriminó su madre.

-Ya te he dicho...

-Que lo quieres hacer tú sola. Ya ya. –Decía su madre alzando sus manos. –Pero en serio, déjame a mí la cocina. Deja que sea mi regalo. Venga dame las llaves, yo me encargo. No voy a parar hasta convencerte y has heredado mi cabezonería...así que tú verás. –Dijo su madre extendido la mano para recibir las llaves de la casa.

-Bueno.... –Aceptó Clarke no muy convencida. –Pero hay una condición.

-Dime. –Dijo Abby.

-Tengo aquí apuntado todo lo que Lexa fue comentando que quería para la cocina, su forma, color... -Explicó Clarke.

-Dalo por hecho. –Dijo Abby agarrando una pequeña libretita que sostenía Clarke.

Habían pasado tres días desde que Abby se llevó las llaves. Y ahí estaba esperando en la puerta de casa a que apareciese, ya que le había informado que ya estaba lista.