Capítulo 29

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LEXA

Estaba en su pequeña oficina, había estado adelantando trabajo ya que tenía todo puesto al día aunque hubiese pasado ese fin de semana junto a Clarke. Su jefe le había encargado un nuevo proyecto sobre el cual había pasado prácticamente toda la mañana intentado organizar y plantearse su desarrollo.

Como iba bien de tiempo se tomó un descanso para tomar un café de la propia maquina del trabajo. Se sentó a revisar su correo electrónico para matar un poco el tiempo de descanso, pero sus ojos viajaron directamente a su móvil, el cual tenía sobre la mesa.

Se preguntaba si Clarke estaría ya despierta, eran casi las doce, pero con el trabajo que tenía, no tenía un horario fijo, así que no sabía las horas que llevaría descansando. No quería molestarla, pero se moría de ganas por hablar con ella.

Se lo pensó bastante, pero finalmente agarró su móvil y empezó a escribir.

Lexa: Buenos días pequeño diablillo rubio. ¿Te apetece que nos veamos después?

Esperó unos minutos sin obtener respuesta, aun sabiendo que era posiblemente lo que ocurriría, eso de tener los turnos de trabajo tan diferente...

Lexa: Avísame ¿Sí? Hoy puedo salir antes ya que tengo trabajo adelantado.

Volvió a su café y al correo cuando escuchó que llamaban a la puerta.

-Adelante. –Informó.

-Buenas días, ¿Es usted la señorita Lexa Woods? –Dijo un hombre trajeado tras la puerta, el cual no reconocía, al menos no por el momento.

-Sí, soy yo, ¿Y usted es? –Preguntó mientras observaba como el hombre sonreía.

-No importa realmente quién yo sea, más bien a lo que vengo. ¿Puedo sentarme? –Preguntó tras cerrar la puerta y acercase a la mesa.

-Sí claro. –Contestó ofreciéndole asiento amablemente, aunque aquel hombre le estaba dando bastante desconfianza.

-Mire, voy a ser rápido, seguramente usted sea una mujer muy ocupada y no quiero quitarle mucho tiempo. –Habló sintiéndose muy seguro. –Vengo a ofrecerle algo.

-Le escucho. –Dijo animándole a que siguiera hablando ya que parecía que venía con la idea de pedirle algún proyecto, aunque era raro ya que todos pasaban primero por el jefe y ya el decidía a quién designar cada caso.

-Esto es muy simple. –Observó cómo el hombre se abría un poco la chaqueta del traje, rebuscando algo en su bolsillo interno. –Usted acepta esto y se aleja de la señorita Clarke Griffin.

-¿Perdone? –Dijo totalmente asombrada.

-Es un cheque, acéptelo. Le resolverá parte de su vida. –El hombre había puesto el cheque sobre la mesa y lo acercó a ella con sus manos.

Se quedó totalmente sin palabras, la historia que Clarke le había contado sobre el cheque se repetía ahora con ella. No daba crédito ante la situación. ¿De verdad estaba ocurriéndole algo así?

-Si el problema es la cantidad, tengo órdenes de aumentarla sin problema. –Insistió el hombre. -¿Y bien, que dice?

Cogió el cheque sin tan siquiera mirar la cifra, mirando directamente a los ojos del hombre que la observaban cautelosamente.

-Esto es lo que le digo. –Contestó rompiendo el cheque en todos los trozos posibles que pudo y se los tiró a la cara. –Y ahora lárguese de aquí ahora mismo. –Dijo mientras se levantaba furiosa a abrir la puerta ella misma.

Arkadia (AU) -Español  [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora