Capítulo 57

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CLARKE

-No hace ni cinco horas que nos hemos separado. –Decía Lexa mientas entrelazaba su mano con la suya, medio tumbadas en el sofá de su despacho.

-Tres y media para ser exactas. –Rectificó.

-Nunca antes había dependido tanto de una pareja. –Decía Lexa observando las manos de ambas entrelazadas.

-¿Y cuál es el problema? –Preguntó.

-Ninguno. No me mal interpretes. –Contestó Lexa acariciando con su pulgar el dorso de su mano.

-Voy a estar pegada a ti hasta que te canses de mí. –Aseguró ella.

-Entonces te voy a tener como una lapa sobre mí toda la vida. –Dijo Lexa incorporándose un poco para besarla. –Debería volver al trabajo y tú deberías ir a ayudar a Lincoln. –Le dijo con una sonrisa.

-Eres la mejor rompiendo momentos. –Se quejó tras soltar un leve suspiro.

-Clarke...tengo que trabajar.

Iba a intervenir nuevamente cuando alguien llamó a la puerta de su oficina. Tras incorporarse un poco ambas sobre el sofá Lexa dio paso.

-Hola. –Saludó Costia amablemente con una gran sonrisa mirando a ambas. –Ya habéis vuelto parejita.

-Sí, volvimos ayer. –Contestó Lexa mientras ella se dejaba caer nuevamente sobre el sofá.

-Bueno, solo pasaba para dejarte esto. –Dijo Costia entregándole una bolsa llamando la atención de Clarke. –Es la camiseta que me prestaste la otra noche en tu casa, cuando tuve que cambiarme. Gracias.

-De nada. –Sonrió Lexa agarrando la bolsa.

Clarke no pudo evitar tensarse ante la escenita. Costia devolviéndole una camiseta a su chica. Es la camiseta que me prestaste la otra noche en tu casa cuando tuve que cambiarme. Cuando tuve que cambiarme. Cuando tuve que cambiarme. Empezaba a resonar en su cabeza, agarrándose fuertemente al sofá, observando sus nudillos blancos y contando hasta diez para no montar una escena.

-Voy a ir con Lincoln. –Dijo antes de desaparecer, sin ni siquiera despedirse de su chica.

Tenía que salir de allí todo lo rápido posible, se estaba ahogando, sentía que le faltaba la respiración y que su pecho se hundía con cada latido. Era una sensación dolorosa, tremendamente dolorosa. Nada más poner un pie en la calle cogió una gran bocanada de aire, llenándose los pulmones. Rebuscó en su moto por algún cigarro, el cual encendió y comenzó a fumar tranquilamente mientras se relajaba.

Su cuerpo se empezó a serenar, su respiración comenzó a estabilizarse, y el dolor punzante en su pecho casi había desaparecido. No sabía por qué, pero fumar siempre lograba calmarla, seguramente era algo psicológico, pero que en más de una ocasión le había librado de alguna mala situación.

-Malditos celos.
Se dijo así misma antes de subir a la moto para ir junto a su amigo.

-Vengo de viaje y lo primero que haces es mandarme trabajo. –Se quejaba Clarke acarreando un par de cajas.

-No te quejes tanto anda. –Decía Lincoln con otras cajas. –Además llegaste ayer, has tenido tiempo de descansar.

-Pues quiero descansar más.

-Pues nanai. Me tienes que ayudar estos días mientras el Arkadia sigue cerrado, quiero adelantar todo el trabajo en la cafetería. –Contestó amontonando las cajas contra una pared.

-Espero tener todas las consumiciones gratis en este sitio. –Dijo imitando el movimiento de su amigo.

-Mientras vengas a ayudarme cuando te lo pida... -Sugirió su amigo.

Arkadia (AU) -Español  [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora