Capítulo 78

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CLARKE

Como si de una película de risa se tratara tuvo que parar su moto a medio camino para llamar a Raven y que le diera la dirección de Lexa, había salido de allí prácticamente corriendo, sin pensar, de forma impulsiva, pero esta vez sabiendo que estaba lista para afrontar lo que le viniese encima.

Raven le había dado también la dirección del trabajo por si acaso. Los apuntó bien pidiéndole un papel y bolígrafo a un chico en una cafetería, ya que no se fiaba de la batería de su móvil y tampoco llevaba el cargador consigo.

Conclusión, menuda locura de escapada.

Condujo durante prácticamente toda la noche y cuando llegó a su destino se quedó parada frente al edificio sin saber qué hacer. ¿Subir? ¿Esperarla? Era de madrugada, no quería molestarla por si estaba durmiendo, el encuentro sería aún peor. Así que sí, optó por esperarla.

-Joder que frío. –Se quejó aún llevando la cazadora que Lexa le había regalado.

Vio una cafetería aún abierta cerca de allí y se dirigió a pedirse un café. Cuando fue a pagar se dio cuenta de que se le había olvidado la cartera dónde llevaba la tarjeta de crédito, y tan sólo contaba con un pequeño monedero dónde solía echar algo de dinero, por lo que tendría que aguantar con algunos billetes y monedas sueltas.

Seguían sumándose puntos a la locura de la escapada instantánea.

-No me lo puedo creer.... –Se dijo dándose cuenta del gran desastre. –Bueno –Dijo resignada dándose cuenta de que llevaba unas cuantas monedas más en el bolsillo de la cazadora. –De algo vale ser un desastre.

Se sentó para tomarse el café tranquilamente y le envió un mensaje a su amigo y a Abby para avisarle que había llegado bien, pero que su móvil moriría en breve por falta de batería, que no se preocupasen por ella.

Tuvo que salir de la cafetería cuando el dueño le informó de que iban a echar el cierre por unas horas.

La única opción que le quedó fue la de esperar sentada en el portal hasta que Lexa saliese a trabajar.

El sueño pareció vencerla por un rato, pero cuando la puerta del edificio sonó al cerrarse se sobresaltó. Alzó la vista y la vio. Sintió a su corazón prácticamente detenerse después de tanto tiempo sin verla. Ella no se había dado cuenta de que estaba ahí acurrucada contra la esquina de la puerta. Iba con unas botas, unos pantalones oscuros y un abrigo largo de color gris oscuro.

Preciosa, simplemente preciosa. Volver a ver a su diosa personal la dejó prácticamente sin movilidad en el cuerpo.

Tuvo que salir prácticamente corriendo cuando vio que Lexa avanzaba hacia la calle, escapándose de su alcance.

-¡Lexa! –Le gritó para que parase.

No sabía ni cómo le había salido la voz. Pero ahí estaba Lexa parada delante de ella, girándose poco a poco, viendo de nuevo esos ojos verdes. No eran los mismos que ella conocía, estaban cambiados, parecían tristes pero a la vez enfadados. No tenían ese brillo que tanto amaba de ellos.

-Tenemos que hablar. –Dijo cuando la tuvo más a su alcance, mirándola directamente a los ojos.

Lexa apartó la mirada y tensó la mandíbula, queriendo controlar su respuesta. Aunque bueno, fue bastante clara.

-Vete a la mierda, Clarke. –Dijo dejándola allí plantada.

Primer intento y primer nulo. Suspiró y la observó perderse subiendo al coche y arrancando. La verdad es que Lexa había sido directa, muy directa.

Arkadia (AU) -Español  [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora