Capítulo 36

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CLARKE

Al parecer los medicamentos que le habían suministrado tras el golpe le habían hecho un efecto brutal. Había caído en un sueño profundo, tanto que no se enteró cuando Lexa se marchó para ir a trabajar, sustituyéndola Lincoln.

-He hablado con Lexa. –Comentó su amigo con algo de duda.

-¿Y? ¿Qué ocurre? –Preguntó algo temerosa por lo que podría decirle.

-No creo que se quede más por aquí.... –Dijo intentando medir sus palabras. –He hablado con ella esta mañana antes de que se fuera, y bueno...Es que las cosas no son un jardín de rosas, Clarke. A la chica le has hecho daño, que haya decidido rebajarse a ti ha sido por todo esto. –Dijo señalando toda la habitación del hospital. –Quiero que abras de una vez los ojos, estas dejando escapar a alguien genial.

-El accidente... -Contestó casi en un susurro, pensando en la historia que Lexa le contó sobre cómo había perdido a su mejor amiga. Sabía que quizás Lexa estaba recordando todo aquello de nuevo, y ahora encima por su culpa. Algo más que sumar a su gran lista de errores.

-¿Qué? –Preguntó su amigo.

-Nada. Supongo que definitivamente ella es mucho mejor que yo. –Dijo fingiendo una sonrisa.

-Clarke...no seas idiota, eres una gran persona.

-¿Gran persona? Le he hecho daño a alguien que...a alguien maravilloso, Lincoln. –Dijo cortándole.

-¿A alguien a quien quieres? ¿Eso es lo que te has callado verdad? -Preguntó su amigo.

-Déjalo. –Contestó dejando caer su espalda sobre la cama de nuevo.

-¿Sabes qué? Hasta que no aceptes lo que sientes por ella... las dos vais a sufrir.

Se entretuvo con el móvil esperando la visita de la doctora, para comprobar cómo seguía ya que su amigo había caído rendido en la silla. Había estado pensando en lo que su amigo le había comentado y en como Lexa la había ayudado y cuidado a pesar de todo. Tenía que hacer algo, el tiempo que había pasado de nuevo junto a la castaña le había encantado aunque ni por asomo era igual que antes, la sentía distante, y no era de extrañar, claro que no se lo podía echar en cara. Sin pensárselo mucho, lo tuvo claro, y como se suele decir... Si Mahoma no va a la montaña...

Así que aprovechó la visita de la doctora y que Lincoln había salido un momento a comprarse un café para pedir el alta voluntaria. La doctora la había intentado convencer de que pasara un día más bajo el cuidado del propio hospital, pero ella le convenció de que estaba perfectamente y que se recuperaría más rápido en su propia casa, y que ante cualquier imprevisto volvería sin dudarlo.

Cuando Lincoln volvió se encontró a su amiga vestida con ropa de calle, la había traído el chico esa misma mañana para tenerla lista para cuando le diesen el alta médica.

Estaba sentada en la cama jugando con el móvil.

-¿Qué es esto Clarke? ¿Qué haces así vestida? –Preguntó su amigo nada más entrar en la habitación.

-Nos vamos. –Contestó animadamente.

-¿Cómo que nos vamos? –Dijo asombrado su amigo.

-Sí. Me han dado el alta. –Guardó el móvil en su bolsillo y se dirigió a coger el resto de sus cosas.

-Estás bromeando....si aún te cuesta andar, Clarke por dios. Dime que no es ninguna locura tuya.

-No no, mira los papeles, aquí los tengo. –Se los enseñó desde lejos para que no comprobase que los había pedido ella misma. –Dicen que me recuperare mejor en casa, y la verdad es que lo agradezco. Anda ayúdame y vámonos de aquí ya.

Arkadia (AU) -Español  [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora