Capítulo 76

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LEXA

Antes de abandonar el piso de las chicas había hablado con una inmobiliaria directamente para encontrar uno nuevo. Realmente le daba igual cómo fuese, el número de habitaciones, los vecinos, la zona... realmente no le importaba. Sólo quería largarse de allí lo más rápido posible y comenzar en otro sitio. Quería desaparecer, poner tierra de por medio a aquel dolor que sentía sobre su pecho.

Quería dejar atrás todo. Quería intentar borrar lo más rápido posible cada rastro que le hiciese volver atrás. Aún no era capaz de quitar de su mente los ojos de Clarke, mirándola cristalinos mientras la echaba de su vida. Siempre se habían comunicado muy bien a través de una simple mirada. Y aunque juraría que sus ojos en aquel momento no acompañaban a sus palabras, no pudo seguir en la misma escena, no pudo seguir escuchando sus palabras, las mismas que cada vez le hacían más daño y se incrustaban con más fuerza sobre su pecho. Y aunque quería seguir intentando romper la coraza que Clarke se había fabricado en todo ese tiempo, sus pies traicionaron su apuesta y se decantaron por la otra opción más fácil, abandonar.

Sólo se llevó un par de maletas con ropa y el coche para poder moverse por la nueva ciudad. Casi se planteó dejar el coche, otro recuerdo más con Clarke. Pero tuvo que quitarse la idea de abandonarlo rápidamente puesto que lo necesitaba para el equipaje, y sobre todo por si tenía que estar dando vueltas por la ciudad hasta encontrar el nuevo piso. Definitivamente no era una opción dejarlo atrás.

Lo que sí dejó atrás fueron objetos personales, fotos, perfume, gel, champú... era un nuevo empezar, tal y cómo se lo había planteado. No quería nada que le trasportase a un momento vivido con Clarke, a algún recuerdo. No lo soportaría.

Para empezar, aquella ciudad no le gustó nada de primeras, la veía caótica, la gente prácticamente corría de un lado a otro sin tan siquiera mirarse a la cara. El tumulto de coches y motos era bastante considerado.

Lo bueno es que con las indicaciones que le habían dado desde la inmobiliaria encontró rápidamente el piso, era un tercero, pero al menos tenía ascensor. Tenía que dar las gracias por ello, al menos ahora que tenía que tirar de las dos maletas.

-Ufff. –Dijo al abrir la puerta de su nuevo piso.

Lo primero que hizo fue abrir las ventanas, aquello estaba muy cargado. Prácticamente era como si el aire de allí dentro pesara, como si chocara contra ella misma.

Dejó las maletas junto a la puerta para inspeccionarlo por encima.

El espacio era abierto, la cocina comunicaba directamente con un pequeño saloncito, un corto pasillo daba paso a un baño y a una sola habitación. Suficiente, pensó para sí misma. No necesitaba más para ella sola.

Sin tan siquiera deshacer las maletas se dirigió a buscar la tienda más cercana. Tenía que abastecerse de lo más necesario con urgencia, ya tendría tiempo de hacer una compra mayor. El tiempo era lo que iba a tener de sobra en ese nuevo lugar. Sin sus amigas, sin Clarke... intentar pasar el tiempo iba a ser una nueva forma de castigo.

-¿Sí? –Respondió al descolgar el móvil mientras examinaba que nuevo gel comprar.

-Hola ojos verdes. –Dijo Raven. -¿Qué tal todo? ¿Has llegado bien?

-Sí. Sí. Todo bien. –Dijo de forma seca.

-Oye Lexa... -Decía Raven con un tono dubitativo. –La conversación que tuvimos antes de irte... no quiero que pienses que estoy en tu contra. Soy tu amiga. No quiero malos rollos entre nosotras.

-Tranquila Raven. No pasa nada. –Dijo intentando evitar el tema, sabía que la palabra "Clarke" saldría más pronto que tarde. –Dime, ¿Melocotón o almendras?

Arkadia (AU) -Español  [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora