CLARKE
A la mañana siguiente volvió a intentarlo con el café. Sabía cuánto Lexa adoraba el café, así que pensaba que algún día acabaría cediendo nada más que por el intenso olor que desprendía. Nuevamente era un café carísimo. Todo en esa ciudad parecía tan caro, y más cuando veía cómo su dinero empezaba a esfumarse casi por completo. Menos mal que recuperó algo junto a Jhon la tarde anterior.
Y aunque el primer contacto con Lexa ya lo había vivido, no podía evitar seguir sintiéndose nerviosa, muy nerviosa para ser sinceros. El caso es que cuando vio que Lexa le aceptó el café respiró tranquila. Lo que no se esperaba era el siguiente paso. De nuevo tiró el café delante de sus propias narices, con gesto chulesco y una sonrisa de medio lado.
Vale. Recapitulando en esos días había conseguido; un vete a la mierda, un absoluto silencio y una sonrisa de medio lado. No le importaba, su clara intención era seguir luchando y lo que ahora llenaba su cabeza era pensar en el siguiente paso.
Iba a arrancar la moto, pero se lo pensó mejor, no podía seguir gastando gasolina así cómo así. Así que durante toda la mañana se dedico a ir visitando jardines y parques de la zona hasta que consiguió un buen montón de flores. Quizás podría haberle comprado un bonito ramo, algo pequeño, pero la incertidumbre de no saber cuánto tiempo más pasaría en esa ciudad le frenó los pies. No quería pecar de nuevo de impulsiva.
Se dirigió de vuelta al piso de Lexa y se coló dentro del portal cuando un vecino salió. Cogió algo de publicidad de uno de los buzones y envolvió el ramo. Subió hacia su puerta, dejó el ramo sobre el suelo, pero no le gustó cómo quedaba, las hojas de la revista de publicidad se abrían y las flores se esturreaban.
Así que sin pensárselo mucho, se quitó un cordón de una de sus zapatillas y ató el ramo.
Decidió pasar el resto del día cómo el anterior, en algún centro comercial cercano donde poder pasar el rato refugiada de la calle mientras hacia tiempo para su encuentro con Jhon.
Cuando volvió a la zona dónde vivía Lexa su coche ya estaba aparcado en la puerta. Estaba anocheciendo y el frío esa noche era más pronunciado. Pensó en cómo de calentita estaría dentro del piso, y nuevamente un vecino que salió le hizo activar las piernas y correr hacía allí, casi se cae por la falta de cordón, pero llego justo a tiempo para introducirse dentro.
Había un pequeño hueco bajo las escaleras, perfecto para pasar la noche ahí desapercibida. Dejó su casco a un lado y se acurrucó haciéndose un ovillito para así intentar mitigar el frío.
LEXA
Estaba duchándose cuando el recuerdo de llegar y encontrase el ramo de flores en la puerta le trajo una sonrisa a los labios sin poder evitarlo, intentó librarse de esos sentimientos hacia Clarke pensando en algo negativo. En algo que borrara esa estúpida sonrisa de su cara.
-Menuda currada. –Dijo irónicamente. –Ni se ha molestado en comprarlo en una floristería. Envuelto en publicad y con un cordón.
Limpió el cristal del baño de la humedad y se observó fríamente. Se empezaba a ver diferente, su gesto estaba cambiando de nuevo, ya no parecía tan arisca y sus ojos parecían querer recuperar la vida que le habían arrancado. Negaba con la cabeza mientras lanzaba un suspiro contra el cristal. No le gustaba la sensación de volver a sentirse vulnerable, pero una parte de ella misma le empujaba hacia esa vulnerabilidad.
Cuando salió de la habitación ya vestida y pasó por el salón a coger su bolso, se quedó mirando las flores que ya tenía en agua.
Resopló un poco y salió por la puerta.
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Arkadia (AU) -Español [Clexa]
FanfictionLa nueva vida de Lexa se abría ante sus ojos: nueva ciudad, nuevo trabajo, nuevas expectativas y todo ello rodeada de sus dos inseparables amigas. Con lo que no contaba era con algo, o más bien con alguien que iba a trastocar su mundo por completo...