DESTERRADOS

Parte 9

—¿Que fue lo que paso?— Aron suspira rodeando sus ojos.

Thomas, sin embargo, lo mira arqueando sus cejas. —¿Con que?— Sonrie divertido al molestar a su amigo.

—¿La lastimaste?— Niega con la cabeza.

Su amigo se encuentra con su pelo revuelto y sus ojos azules cansados...

Lleva una camisa desabotonada y una tablet en la mano, se lo veía bastante ensimismado en sus asuntos y algo mareado de información.

—Si no te conociera desde hace varios siglos incluso diría que me ofende hasta tu pregunta.— Lo mira cómo si estuviera aburrido de tener aquella conversación que recién inicia para ambos.

—¡Por los dioses, Thomas!— Se queja suspirando. —¿Cuando mierda vas a aprender?— Pide ronco.

—Si vas a estar si vas a estar refunfuñando cómo un loco te voy a pedir que me dejes en soledad y calma, graciassss.— Sonríe burlón ante las muecas de Aron.

—¡¡Te lo estoy preguntando bien, porque me preocupo por los dos, imbécil!!— Admite y de cualquier manera sabe que no es necesario fingir ni mentir con el morocho, porque él lo sabe todo.

—Ya que es tanta tu curiosidad digamos que tuvimos un cruce de palabras para variar.— Carraspea intentando sacarle al asunto importancia.

—¿Por vos o por ella?— Vuelve a indagar.

Él traga saliva sin mirar a su amigo. —Es indiferente, creo que lo que a vos te importa es que ella no fue lastimada, y que por lógica esta sana y salva... Y sigo diciendo que me ofende que pienses que puedo llegar a lastimarla.— Su voz gruesa congela el aire en instantes.

—Todo me importa.— Lo mira cruzado de brazos. 

—Uhm, bueno, ya obtuviste tu respuesta.— Murmura poniendo sus ojos en blanco.

—Es mi hermana, Thomas, es mi hermanita.— Cierra sus ojos con fuerza.

—Lo se... Y sabes a la perfección que no lastimaría a Sophia...— Admite y le deja en claro suspirando y bajando la vista.

—Lo se, vos sos mi amigo, además de ser mi cuñado y te conozco más de lo que te gustaría, no te das una idea de la mierda que estar en el medio de ambos, se lo que es ella para vos...— Brama.

Thomas rueda los ojos con un pequeño síntoma de cansancio a los patéticos cuestionamientos de su amigo.

—No sabes nada, Aron.— Se queja apretando sus labios.

Él sonríe. —La amas desde el día uno sin la necesidad del vinculo, la amas porque ella se gano tu corazón, Thomas.— Explica irónico.

El morocho lo mira cómo si le hubieran salido tres cabezas, queriendo ocultar de inmediato que lo que decía Aron era exactamente así.

—Deberías de estar con ella entonces si tanto miedo tenes de que algo le pase.— Mueve su cabeza a un costado. —Quizás así puedas confiar en tu amigo de toda la vida, ya que evidentemente haciendo este tipo de preguntas no vamos a llegar a ningún lado.— Sube sus hombros algo enojado.

—No quise decir eso, Thomas...— Se retracta moviendo su cabeza a un costado, con una mueca de absoluto arrepentimiento.

—Y creeme que se lo que es estar en el medio.— Un bufido se escucha por parte del rubio.

Thomas sólo sonríe triunfante sabiendo que una vez más había ganado.

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