—¡Te ves muy feliz!— Exclama Aron al verlo salir de la ducha.
Su amigo le hace una seña para que baje el tono de voz y le señala su gran cama con la pequeña bebé encima de ella durmiendo...
—¡¡La vas a despertar!!— Se queja llevando la toalla aún alrededor de su cadera.
—Ya entiendo tu felicidad.— Sonríe y se acerca a su hermana...
—Durmió conmigo.— Dice ronco buscando algo en su placard para colocarse.
—Ella parece muy feliz.— Acaricia su mejilla mientras que la vuelve a arropar un poco más y corrobora sus emociones.
—No te acerques tanto.— Thomás tuerce sus cejas celoso al verlo tan cerca de su alma gemela.
—Es mi hermanita.— Rueda los ojos y le deja un beso en su frente alejándose de ella, antés de que Thomas salte sobre él.
—¡¡No tiene nada que ver!!— Traga saliva en seco saliendo ya cambiado de su guardarropas...
Se acerca a la rubia y la vuelve a envolver con su bruma negra para que no despierte hasta que él vuelva con su biberón caliente.
—Pensé que íbamos a poder hacer un recorrido por el circo pero viendo que tenés compañía me encargo yo, ¿Te parece?— Pregunta.
El morocho asiente mientras que los dos bajan las escaleras de camino hacia la cocina.
—Me dijo Luna que iban a almorzar con nosotros.— Rueda los ojos intentando cumplir el capricho su hermana.
Por más que no le caiga en absolutamente Gracias tener que compartir a su pequeña alma gemela.
Si fuera por él se quedaría todo el tiempo abrazado a ella y observando las morisquetas que hacen sólo para poder seguir conociéndola más.
—Entonces sí Luna lo dijo nos vemos al mediodía.— Rueda los ojos sabiendo perfectamente que no puede declinar la orden de su alma gemela si no quiere verla furiosa.
—Intenta llevártela temprano.— Aron sonríe entendiendo la indirecta.
Deleitándose un poco de cómo su amigo está calentando el biberón para su hermanita.
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El calor recorre su cuerpo, específicamente su cintura donde la mano de Thomás yace, él sol se cuela por los grandes ventanales, gime al abrir sus ojos y los vuelve a cerrar.
Ella intenta sacar su brazo enredado en los de él, sorprendiéndose de haber estado tan abraza a él sin discutir, pero el morocho suelta un gruñido y hace más presión en su brazo para que no lo suelte, cierra los ojos aún y se acurruca más a ella.
—Quédate quieta.— Ordena.
Sophia aprieta sus labios y cierra sus ojos casi que por inercia.
Él la mira unos instantes y sonríe complacido volviendo a cerrar sus ojos grises casi verdes...
—"Tengo frío."— Se queja mentalmente.
Thomas frunce el ceño y la abraza con más fuerza, las mantas y acolchados negros se suben tapándolos a ambos, cualquiera en su lugar saldría corriendo, pero Thomás era el amo de hacer notar y alardear sobre sus cualidades, y ella por supuesto que ya estaba acostumbrada a aquello y ni se inmutaba.
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DESTERRADOS
FantasyDos almas gemelas que no quieren estar juntas, compartiendo un destierro desde hace más de cincuenta años. Un amor inevitable que se hace cada vez más imposible con el correr de los años. El diablo enamorado de su ángel. Y su ángel asustada por su a...
