—¿Por qué lo estás haciendo?— Lo mira perpleja, porque no entiende porque él está frente a ella en la terraza de su habitación...
—Porque es lo correcto, y si me vas a gritar cómo le venís haciendo durante todos estos años quiero que lo hagas con fundamentos.— Infla su pecho...
Luego de haberle transferido de vuelta aquellos recuerdos de la última pelea que tuvieron en París.
Ella jadea y lleva una mano a su pecho...
Thomas se mantiene quieto frente a su cuerpo... Analizando sus acciones...
—¿Por qué hiciste que lo olvidará?— Las lágrimas salen de sus ojos cómo cuando le admitió sus sentimientos bajo la lluvia.
—Porque no quiero que recuerdes eso.— Explica obvio.
—¿Te da vergüenza?— Indaga.
Thomas traga saliva algo incómodo.
—Me da pavor que me rechaces de nuevo.— Admite tembloroso...
Sophia no llega a responder que él se esfuma de la terraza dejándola en absoluta soledad.
—Admitís tus sentimientos y desapareces como un cobarde.— Suspira mirando hacia el exterior como lo estaba haciendo antes de que él llegara.
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Son pasadas las 16hs cuándo Sophia mira como él explota frente a ella, luego de que la rubia hubiera tenido un ataque de nervios con todo lo que le estaba pasando.
Haber recuperados sus recuerdo la traía un poco desestabiliza, pero ella aún no los puede creer, tiene la cabeza con todos los momentos vividos ese día mega frescos en su mente, más lo que él le está diciendo en estos momentos, el comedor de la casa es testigo de los gritos de ambos, el ambiente se corta con sólo dar un paso.
—¡Thomás basta, te estás haciendo daño!— Suplica abrazándose a si misma por miedo a qué el se siga haciendo daño.
En muy pocas oportunidades lo había visto de esta manera y se estaba empezando a poner muy nerviosa de no poder encontrar el modo para que él se calme.
El morocho tenia sus alas desplegadas y sus ojos completamente rojizos bajo los efectos de sus sentimientos.
—¡Te necesito, maldición!— Baja sus manos y se nota rendido.
La mira suplicante y con la respiración a mil... Su pecho no deja de subir y bajar de manera constante al igual que ahora mismo cuando la tiene en frente sus plumas se relajan y bajan un poco más...
—¿Y por eso te estás haciendo daño?— Le pregunta aterrada, pero intenta de la mejor manera posible sonar calmada para que lo pueda contener de alguna manera.
—¡¡No puedo más con esta porquería!!— Se lo nota compungido.
Ella sólo achina sus ojos y lo mira confundida.
—Thomas... Tranquilo...— Susurra para que el se relaje y no vuelva a enloquecer...
—¡¡¿Suficiente que te lo este admitiendo?¿Que me estoy rebajando frente a vos pidiendo algo que necesito?!!— Grita.
Quiere abofetearlo por haberle devuelto sus recuerdos y que se sienta tan rara, pero las palabras saliendo de sus labios la tienen completamente en calma.

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DESTERRADOS
FantasíaDos almas gemelas que no quieren estar juntas, compartiendo un destierro desde hace más de cincuenta años. Un amor inevitable que se hace cada vez más imposible con el correr de los años. El diablo enamorado de su ángel. Y su ángel asustada por su a...