parte 61

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—Thomás, te juro que la cuide...— Las cadenas le arden en las zonas agarradas.

—¿Si?— Se ríe irónico no creyendo ni una sola de aquellas palabras.

—¡¡Hice todo lo que estuvo a mí alcance, incluso yo estuve en varias oportunidades haciéndolo con ella para que no se expusiera!!— Admite a gritos.

El morocho tiene sus ojos enfurecidos.

—¡No parece! ¡DEJASTE QUE MI MUJER SE EXPUSIERA, Y VOS SABES PERFECTAMENTE A QUE PELIGROS!— Exclama furioso.

—¡Thomás!— Se remueve incómodo y hace una mueca con sus labios completamente adolorido.

—Nada lo justifica, ¡Nada! ¡EXPUSISTE A MI MALDITA MUJER, NO ME IMPORTA SI TE DIJO QUE ERA UNA MALDITA ORDEN, TENÍAS QUE DECÍRMELO DE INMEDIATO!— No es necesario que eleve la voz.

Ya que utiliza aquel tono que dejar congelado y atemorizado a cualquier persona, pero la ira que tiene en su cuerpo lo obliga a hacer sus exclamaciones en otro tono para que quede muy en claro el mensaje que quiere dar.

—¿¡¡Maldita sea que esperabas que hiciera si estaba teniendo una orden directa de ella?!!—Bufa.

Thomás aprieta sus manos dejando sus nudillos completamente blancos...

—¡¿Que esperaba? ¡Que me sea informado inmediatamente!— Sube sus manos enloquecido.

—Lo lamento muchísimo... Lo lamento Thomas... ¡¡Yo de verdad lo lamento... Se lo adverti, pero la cabeza dura de sophia no quería hacerme caso!!— Asegura intentando soltarse de aquél agarre que le estaba quemando la piel una y otra vez.

—No me llames por mí nombre...— Aprieta su mandíbula y las cadenas comienzan a prenderse fuego.

D
Él camina de lado a lado mirando la escena como su amigo se calcina una y otra vez sus manos y piernas...

—¡Y NO LA MENCIONES!— Arquea sus cejas.                                                                                                               
—Lo lamento... Realmente lo hago.— Admite adolorido...

—Y si hubieras hecho todo lo que estaba a tu alcance hubieras buscado mi aprobación como primera medida... No me hubieras mentido y tampoco hubieras ayudado a mi mujer a meterse en problemas... Y ni hablar de que te vuelvo a repetir que estuviste en mi contra durante todos estos días.— Demanda.

Benjamín aprieta sus dientes y sus lágrimas caen por sus mejillas debido al sufrimiento que está viviendo.

El dolor que está sintiendo tanto adentro como por fuera es indescriptible...

—Perdón... Perdón...— Las lágrimas y sus súplicas no le dan ni un poco de pena...

—¡Hiciste que lo único que me importa en esta puta vida se meta en peligro, tu castigo va a ser terrible!—Sisea.

Thomás bufa él, necesita verlo destruido por completo...

—Señor...— Jadea y lo mira con su rostro empapado de lágrimas y sudor.

—¡No quiero escucharte!— Brama.

—Amo... Yo... Yo... Lo...— Suspira y se corrige, niega con la cabeza y hace una mueca con sus labios.

Suelta un grito ahogado cuando el morocho se mete en sus recuerdos, toma su haz para clavarla en su pecho, la sangre espesa comienza a salir a borbotones, tira el haz a un costado maldiciendo al que alguna vez lo tomó cómo amigo.

—¡¡¡Vas arrepentirte de todo esto durante toda tu maldita existencia!!!— Le deja muy en claro...

—¡¡No me destierre de mí labor por favor!!... Amo, por favor... ¡¡¡Yo se lo avisé a ella... pero se veía... Completamente... Segura de lo que estaba haciendo... sus convicciones eran completamente fuertes...!!!— Niega con la cabeza y tira de las cadenas en vano.

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