Ella alza las cejas asombrada por esa pregunta que él le acaba de hacer, niega completamente segura de su respuesta...
En absoluto le da asco, al contrario, sabe que si se sigue metiendo aún más en él no le va a ser fácil salir, sabe perfectamente que él jamás se enamoraría de ella pero sí que ella podía llegar a enamorarse de él y no quiere que eso suceda, por lo que prefiere mantener la distancia y seguir aceptando las palabras duras que él le dice día a día.
Para así no llegar a pensar en un ilógico futuro con ellos juntos... El morocho al ver su respuesta y toda la confusión que hay en su mente alza su mano y todas sus heridas se cierran.
Ella tiembla y asiente agradecida.
—Gracias...— Susurra.
Se queda pensando en todo lo que ella acaba de re formular en su cabeza, la garganta se reseca al ver la palabra amor entre todos esos pensamientos que ella tiene... —Era necesario.— Responde seco.
—¿Cuándo va a parar?— Titubea...
Él aprieta su mandíbula y la toma fuerte de la mano. —¡¡Cuando los mate a todos!!— Su voz suena gruesa y enojada.
—Son muchos...— Tiembla ante sus palabras y agacha la mirada.
—Lo prometí, Sophia... Lo prometí y no voy a dejar que te lleven... Confía en mí, no tengas miedo... Yo no te voy a fallar... Creo que jamás lo hice y no lo voy a hacer ahora tampoco. Que no quiera que seas mi alma gemela no significa que no puedas contar conmigo...— Recuerda.
Ella asiente y lo mira completamente dolida por la frase que él acaba de lanzar por sus labios.
Pero la acepta y la acepta porque sabe que se la merece por haber pensado esas estupideces de hace unos minutos cuando él preguntó si su sangre le daba asco, porque no podía llegar a entender el morocho porque de otra manera ella no aceptaba tomar de él, cuando en temas de las almas gemelas eso era algo más que básico, cotidiano y obvio.
—No a tu bolsa de comida, claro.— Suspira y sale de la oficina rápidamente tomando su cartera y su mochila con los papeles en lo que estaba trabajando antes de que los demonios atacaran el lugar y su laptop.
Thomas no puede ocultar el enojo que tiene, aprieta sus dientes molesto con las palabras que ella acaba de decir, en otra situación no le hubiera importado en absoluto la ironía con la que la rubia carga.
—Sería bueno que puedas colaborar siguiendo nuestras órdenes, para que estemos los más seguros posible todos y no andes cuestionando cada paso que vamos a dar, yo creo que no es necesario que yo te recuerde quién soy...— Últimamente sus pensamientos andan algo revueltos por lo cual este comentario le molestó y mucho.
Aprieta sus labios en una fina línea y no responde a las palabras que el morocho acaba de decir simplemente sigue caminando a un lado de él, manteniendo la barbilla en alto y segura de cada uno de los pasos que está dando, no iban a trasladarse porque querían evitar cualquier seguimiento de parte demoníaco por eso irían como cualquier humano en los autos.
Ya se encuentran en camino a la camioneta por el garage del edificio, los zapatos de Sophia retumban por todo el techo mientras que las llaves del de la camioneta son el constante tintineo entre ellos.
No hay palabras entre ambos, fue suficiente con todo lo que se dijeron en la oficina de la rubia, mientras que Aron ya se retiro en su auto corroborando distraer a los paparazzis y corroborar que el camino a casa sea seguro para la pareja.
—¿Que fue eso de ahí adentro?— Alza una ceja y la frena contra el cristal de la puerta del copiloto con poco cuidado.
Ella jadea ante tal cercanía y por la manera en que el la arrinconó. —Nada...— Murmura...
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DESTERRADOS
FantasyDos almas gemelas que no quieren estar juntas, compartiendo un destierro desde hace más de cincuenta años. Un amor inevitable que se hace cada vez más imposible con el correr de los años. El diablo enamorado de su ángel. Y su ángel asustada por su a...