—Oh...— Guarda silencio bajando la mirada.
—Por lo que la noche va a ser larga, princesa.— Hace un movimiento con la cabeza, mientras mira por el espejo retrovisor.
Ella suelta una pequeña carcajada, incredula. —¿Dijiste larga, acaso?— Cuestiona alzando una ceja.
Thomas relame sus labios al escuchar su carcajada.
Luego recuerda qué está siendo irónica y es por eso qué decide finalmente responder.
Parecía que se ahogaba cuándo estaba encerrado en aquel vehículo para con ella.
—Larga.— Finaliza tomando su móvil, avanzando hacía la autopista de nuevo.
—Supongo que no tengo muchas alternativas más.— Murmura soltando un suspiro.
Thomas la mira divertido relamiendo sus labios —Supones muy bien, princesita.— Sonríe irónico.
—¡Que castigo!— Se queja ella sólo para molestarlo.
Él sonríe. —No tanto, princesa, sabes que hay cosas peores qué pasar una noche conmigo.— Le guiña un ojo, que genera que ella solo se enoje mas. —Podes estar tranquila qué no voy a comerte.— Agrega, canturreando.
—¡Hay demasiado cosas que son peores, lo sé, pero eso no quita qué no tenga ganas de pasar tiempo tu lado!— Suspira, y no le interesa ser lo suficientemente brusca.
—Debe ser tedioso fingir que no te gusta pasar tiempo conmigo cuantdo todo tu cuerpo me desea.— Se burla risueño.
Ella arquea sus cejas sorprendida de su descaro.
Incluso llega a sentirse incómoda por su comentario, sintiéndose en la obligación de mentir ante su respuesta, y eso no podría salir bien, ya qué no estaba segura de poder mentir sin que él no lo sepa.
—¡No entiendo de dónde sacas esas cosas!— Se queja rodeando los ojos y cruzando sus manos sobre su pecho.
—¡Es obvio, princesita, y es bastante vergonzoso qué lo quieras ocultar, pero está bien!— Le sonríe guiñándole un ojo coqueto.
—¡Yo no te deseo, Thomas!— Miente apretando sus puños.
Él, sin embargo, ladea una sonrisa de costado y muerde su labio inferior, sabiendo que claramente ella piensa otra cosa mucho más distinta a lo que su cuerpo le genera.
—Claro.— Murmura divertido a punto de estacionar.
—¿Claro?— Arquea sus cejas al cuestionar.
—Princesita, soy el último al que le podes mentir.— Le recuerda realmente divertido con la situación.
Mientras que ella inspira aire y aprieta sus labios, sintiéndose realmente furiosa ante su comentario.
—Eso no significa que siempre tengas que estar interesado en mis pensamientos o en lo que pienso o siento.— Exclama de mal humor. —Hay algo que se llama privacidad.— Arquea sus cejas al agrega aquello último.
Thomas sonríe de costado nuevamente deseando realmente acariciar su mejilla. Sin embargo, se contiene cómo cada vez que desea acariciarla.
Haciendo una mueca con sus labios y negando con la cabeza frustrado por sentirse de aquella manera con ella.
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DESTERRADOS
FantasiDos almas gemelas que no quieren estar juntas, compartiendo un destierro desde hace más de cincuenta años. Un amor inevitable que se hace cada vez más imposible con el correr de los años. El diablo enamorado de su ángel. Y su ángel asustada por su a...
