DESTERRADOS

Parte 13

—Cambiarías de opinión sobre algunas cosas...— Toca su cuello con dolor.

Thomas traga saliva al ver cada uno de los moretones que él le había causado al acostarse con aquella mujer.

Siempre era la misma sensación de querer generarse dolor, debido a qué el solo echo de pensar en lástimar a Sophia, con cada una de sus acciones, lo mataba por dentro.

—¿En no estar juntos?— Sonríe divertido.

Solamente se acostó con ella por la ira que venía recorriendo su cuerpo, si no lo hacía con ella, se iba a desquitar con la rubia.

De cualquier manera, colateralmente eso fue lo que sucedió.

—Quizás.— Murmura perdida en sus pensamientos.

—¿Que me iba a acostar con vos, princesa?— Suelta una carcajada que hace avergonzar a la rubia, la cuál niega con la cabeza con rapidez...

—"Que no estarías con ninguna para no lastimarme..."— Piensa ella, pero él perfectamente la escucha...

—¿Y por que aguantaría no tener sexo?— Alza sus cejas mirándola con burla... 

Traga saliva mientras apoya su cabeza en el asiento.

—Sos un completo idiota... Thomas, realmente lo sos...— Sisea pasando una mano despeinando su cabello.

—No voy a dejar por nadie de acostarme con cuanta mujer se me cruce en el camino, porque soy el rey del infierno, y me encanta tener a todas entre mis piernas gimiendo mi maldito nombre...— Se levanta de su posición y camina hacia la puerta del piloto. 

—El amor está ahí...— Sonríe con ironía hablando bajito... —Yo no te amo, pero quizás si amaras a alguien, a algún amigo o a alguien, serías distinto si cambiaras de idea, el mundo no tiene porque soportar tus caprichos de rey.— Agrega.

Thomás la mira, aún, con sus ojos negros completamente.

—Te queda muy mal mentir... Ambos sabemos que me amas, princesa.— Sonríe.

Ella se ruboriza. —No somos humanos, nuestro amor es real, y lamentablemente cupido, cómo lo llaman acá existe, solo que se llama Alex, es un imbécil y le encanta jugar con los sentimientos de los demás.— Recuerda a alguno de los tantos personajes que habían dejado al irse del inframundo.

 —El amor te hace feliz, pero sólo por un momento, Sophia... Es sólo un espejismo.— Gira su cabeza mirándola ya desde su asiento.

—Eso es porque no amas lo suficiente alguien.— Acota.

Él se ríe.

—"No tenés idea, amarte a vos me duele... Me duele el no poder tenerte."— Piensa guardando sus pensamientos para él...

Incluso, tiene que apretar sus manos con fuerza sobre el volante para canalizar la ira que siente en estos momentos... Y, por sobre todas las cosas, todas aquellas cosas que le quiere gritar en su rostro sin ningún filtro.

—No se lo que es amar a alguien.— Sube sus hombros con desinterés, mintiendo.

Por supuesto que él amaba desde el primer día que supo que ella iba a existir.

—Bueno,  ahí está la diferencia.— Sonríe orgullosa.

—No tengo ganas de saberlo tampoco, el romance, la pasión, cuidar de alguien no es para mí.— Golpea con fuerza la puerta de su Porsche.

—Es mucho más que eso.— Aprieta sus labios.

—Yo soy malo, y me encanta... Y lamentablemente te toca estar a mí lado, cómo te lo dije hace unas horas, ninguno eligió esto, pero yo le estoy sacando todo el provecho posible... Mientras vos sólo te angustias por frágiles humanos.— Sonríe mostrando todos sus blancos dientes.