—¡En serio si no te calmas, voy a tener que hacerlo por vos!— Su amigo lo mira perspicaz desde donde se encuentra.
Thomas rueda los ojos sintiendo su cuerpo arder de dolor.
—No te metas, Aron...— Sisea...
No había nada peor para el que se metieran en sus asuntos y que comenzarán a opinar de su vida como si fuera un maldito libro abierto por ser el mismísimo diablo.
—Thomas si no la curas no va a poder venir... Dos mas dos... Da cuatro... ¡¡Se que sos el jodido diablo pero te confías solo para hacerte mala sangre!!— Alza sus cejas y lo mira mientras su cuñado toma un sorbo de whisky...
—Shhhhh.— Gruñe apretando su cráneo con fuerza.
—Me gustaría recordarte que estás haciendo exactamente lo que le dijiste a ella que no haga, pendejadas... Te la coges para unir la marca, y ahora no usas esa marca para el propósito que existe entre otras cosas... La verdad me dejas algo confundido.— Demanda, luego suspira y lo mira alzando sus cejas un tanto molesto.
El morocho lo mira enfurecido...
—Aron, voy a arrancarte un pulmón si no cerras tu boca.— Suspira cerrando sus ojos.
—Creo que hoy sí te mereces que ella te llame bipolar y todas estas cosas que te suele decir.— Sonrie.
Él aún no sabe como el rubio se siente con tanta energía para hacerle ese tipo de bromas, pero para nada le caen bien...
Pero probablemente sea el echo de que su padre, quien le jodió a él también gran parte de su existencia ya no exista en este plano, por más que los humanos no se den cuenta de aquello y le sigan rezando, las cosas en aquél lugar iban a cambiar, gracias al morocho y sus nuevas normativas y formas de dirigir su, ahora, doble imperio.
—Ella tiene que venir... Va a venir, no va a ignorar una orden mía.— Traga saliva y rasca su barbilla un poco furioso por dentro de qué ella sea capaz de no acatar su orden directa.
Su amigo y cuñado suelta una carcajada mirándolo burlón... Era más que claro que el morocho conocía a la perfección a su alma gemela y por sobre todas las cosas todas las características que la envolvían a ella en su personalidad.
—Dudo que pueda querido amigo.— Frunce sus labios.
—Es su reina también... No hay manera de que pueda faltar, todos esperan verla allí...— Relame sus labios y sonríe débilmente mirando la nada.
—Ella no quiere ir.— Rueda los ojos.
—¡¡Lo hará...!! No quiere probarme, no va a animarse, la conozco perfectamente.— Demanda.
Su hermano niega con la cabeza,
—No lo hará, Thomas... Puedo sentir sus emociones.— Chasquea su boca a un costado y suspira preocupado.
—¿Uhm... Que estas queriendo decir?— Lo mira arqueando sus cejas.
—Necesita que la cures, sino lo haré yo... El olor a su sangre ya me está mareando y volviendo loco, en cualquier momento voy a dejar de vivir con ustedes dos por más que me duela estar lejos de ella...— Lo amenaza sin importar su reacción.
Thomás aprieta sus manos y golpea el sillón, rasca su cabello completamente confundido consigo mismo y ofuscado mientras que se levanta enfurecido hacia la planta alta, —¡No podes dejarme solo con ella!— Demanda.
—¡Incluso creo que eso seria lo mejor para ambos!— Arquea sus cejas.
—¡Necesito que te quedes, Aron, arreglare esto, pero ahora mismo no puedo estar a solas con tu hermana!— Exclama.

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DESTERRADOS
FantasyDos almas gemelas que no quieren estar juntas, compartiendo un destierro desde hace más de cincuenta años. Un amor inevitable que se hace cada vez más imposible con el correr de los años. El diablo enamorado de su ángel. Y su ángel asustada por su a...