He escuchado a Lucas hacer un par de llamadas hoy. No tengo mucha idea de cómo vamos a conseguir una recaudación de dinero para Lucy, no sé cómo van las cosas de negocios ni nada por el estilo. Espero que Adam sepa algo. Quizá es algo precipitado porque ni siquiera conozco a la pequeña, pero recuerdo la cara de Adam al explicarme su historia... Agh, cada vez que intento pensar en algo diferente me viene Adam a la cabeza.
Mi móvil suena y ya casi puedo adivinar de quién se trata, "Adam". Aunque me imaginaba que sería él noto el corazón como si se me fuera a salir del pecho. Necesito controlar mis emociones. «Me debes una camiseta» leo en la pantalla. Imbécil. Un segundo mensaje me llega «Sé que no responderás pero tenemos una conversación pendiente así que abrígate, hace frío. xx»
Estoy confusa hasta que caigo en la cuenta. Maldita sea, no será capaz... Retiro con delicadeza la cortina de la ventana y miro hacia fuera. Está oscuro y por supuesto Adam está subido a la moto esperándome en la calle, mira hacia arriba y rápidamente cierro la cortina. Esto no puede ser cierto. ¿Bajo o me quedo en casa? Ya empezamos... Mi mente me dice que me quede aquí pero en el fondo quiero bajar. Bajar y aclarar esta maldita situación. No quiero confiar en nadie, no después de lo de Brad, y sé perfectamente que con Adam me hago vulnerable y me da miedo. ¿Se puede saber por qué te comportas así conmigo? ¿Qué te he hecho? Me he portado bien contigo. Suspiro. He sido injusta con él, será mejor que deje las cosas claras de una vez.
Me visto y me pongo una de mis cálidas sudaderas y las converse. Camino hasta la puerta.
-¿Dónde vas? - pregunta Lucas detrás de mí.
- Ahora vuelvo. - digo. No sé qué excusa poner así que salgo de casa y cierro rápidamente.
Cuando llego abajo le hago señales a Adam para que vaya hasta la esquina, él enciende la moto y me hace caso.
-¿Qué pasa? - me pregunta cuando le alcanzo.
-Pueden vernos por la ventana. - digo inocente.
-¿Y qué? - dice mientras ríe.
- No me apetece que nos vean, creo que Lucas ya ha tenido suficiente hoy. - las palabras salen de mi boca antes de que pueda evitarlo y noto como me pongo roja a pesar del frío que hace. Adam reprime una sonrisa. - ¿A qué has venido?
- Ya lo sabes, teníamos una conversación pendiente.
- Vale, bien, pues explícate. - digo al fin. Adam se baja de la moto, apoya su espalda en el sillín dejándome un hueco y le da dos golpecitos para que me apoye a su lado, y así lo hago. Ahora los dos estamos con la espalda apoyada en el sillín de la moto. Estoy algo incómoda pues por mi cabeza pasa la idea de que la moto caiga hacia un lado del peso.
-Mejor empiezo yo.- le interrumpo cuando Adam hace ademán de hablar. - Explícame qué es lo que ha pasado esta mañana ahí arriba. - digo señalando el edificio donde se encuentra mi apartamento. Quiero aclarar todo esto de una vez.
-Ya lo sabes. ¿Acaso no estabas delante? Vamos, dilo tú. - me reta.
-No, he preguntado yo, responde tú.
- No, quiero que lo digas tú.
-Ugh Adam, me ibas a bes... ¿se puede saber que pasa contigo? Hace una semana estabas besando a Loreth y ahora lo intentas co- conmigo. ¿A qué juegas Adam? - me altero yo sola pero es que me saca de quicio.
- Me parece que te dejé claro que Loreth y yo somos amigos. Estábamos en el pasillo juntos por culpa del profesor Steve. - dice Adam con las manos en los bolsillos de su cazadora. - Me arrepiento, vale. Pero ¿por qué te molestó tanto? Según tú "no somos nada". - dice haciendo las comillas con los dedos.
- Pu... - intento decir pero Adam reanuda su relato, cosa que agradezco porque no sabía qué contestar.
- Además, me confundes. Semanas atrás no querías ni verme en pintura, eres muy fría conmigo. Pensé que no te importaba lo que hacía con mi vida.
- Soy fría con todo el mundo, Adam. Y no me importa, puedes hacer lo que quieras... - miento.
- ¡Oh, vamos! No digas que no te importa cuando después de besarme con Loreth desapareces de una fiesta y durante una semana entera. - Dice acercándose a mí. Oh no, está volviendo a pasar.
- ¿Por qué me pides que me aleje de ti? - me pregunta a dos centímetros de mi boca. Su olor a canela se hace más fuerte y hace el efecto de una droga en mí.
- Porque no me conoces. No sabes como soy ni como me pueden afectar las cosas. Nos conocemos muy poco Adam. - Nos conocemos poco pero causas un efecto inexplicable en mí, digo en mi cabeza. Me incomoda tener a Adam tan cerca.
- Empecemos de nuevo. Como si no nos acabásemos de conocer, aquí y ahora. Olvidémonos de todo lo anterior, se acabó. Basta de confusiones y sentimientos ocultos. - susurra Adam mientras se echa ligeramente hacia atrás y me tiende su mano derecha.
Me la quedo mirando con mis azules y curiosos ojos. ¿Debería empezar de nuevo con Adam? Algo en mí dice que vale la pena. Levanto mi mano para que se encuentre con la de Adam pero éste la retira, ¿pero qué diablos hace?
-Una cosa más: Prométeme que conoceré a la verdadera Gi. - y vuelve a tender la mano.
- Pides demasiado, Brown... Y tú prométeme que conoceré al verdadero Adam. - Él sonríe, asiente y nuestras manos se encuentran.
- Adam Brown, encantado.- me dice con una sonrisa. La primera encantadora sonrisa del nuevo Adam.
- Encantada, Georgia Avery. - digo riendo tímidamente. Apuesto a que estoy roja. Adam mantiene la vista puesta en mí con una sonrisa reprimida en su rostro. Hasta que finalmente habla.
-Mañana no hay clase. ¿Qué te parece si empezamos a conocernos mejor mañana mismo?
- ¿No cree que va una poco rápido señorito Brown? Acabamos de conocernos. - digo.
- Te recogeré a las cuatro. - dice guiñándome un ojo. Seguidamente se sube a la moto y me dedica una última sonrisa para desaparecer entre la oscuridad.
Camino entre el frío hibernal hasta el apartamento, sin prisas, pensando en lo que acabo de hacer. Le he prometido a Adam que conocerá a la verdadera Gi y probablemente salga corriendo para no tener que volver a mirarme a los ojos. No estoy segura de que quiera saber la verdad ni yo tampoco de explicársela.
ESTÁS LEYENDO
Thin skin
Teen FictionCuando tienes la piel más fina que los demás todo te afecta de manera diferente, todo es mucho más duro y doloroso. Georgia es esa clase de persona de piel fina y ya no confía en nadie. Quiere ser una chica solitaria, convencerse de que es fuerte, d...