Él se incorpora en la cama apoyando la espalda en la cabecera de la cama y ésta cruje. Sin preguntar yo apoyo mi cabeza contra su pecho, escuchar el ritmo de su respiración siempre me ha gustado y ahora necesito esa calma. Adam pasa su brazo por encima de mis hombros para rodearme con él.
-Cuando vivía en Irlanda - empiezo a explicar a la vez que las imágenes empiezan a tomar forma y color en mi cabeza. Los recuerdos que tenía guardados se liberan y salen de entre mis labios - era una persona totalmente diferente a cómo me conoces ahora.
» Sonreía cada minuto del día, mi vida era de color rosa. Tenía amigas, la relación con mis padres era totalmente normal, estudios perfectos... en fin, de color rosa, como te he dicho. Una tarde, mi amiga Ally me propuso ir a la fiesta de una chica del instituto. Me pareció realmente raro, ya que nosotras no éramos ese tipo de chicas que solíamos ir a fiestas y menos en casas ajenas. No estaba nada convencida y mis padres no iban a dejarme pero al final nos las ingeniamos para ir.
Todo el mundo allí era muy extraño pues quién celebraba la fiesta era la típica chica problemática del instituto. Algo me decía que las cosas no acabarían bien aquella noche pero me equivocaba. Nos lo pasamos genial y además conocimos a un grupo de chicos con los que pasamos toda la noche. Uno de esos chicos se llamaba Brad y al cabo de un tiempo se convirtió en mi novio.
Para que te hagas a la idea era un chico rubio de pelo alborotado, con mirada penetrante, fumaba, a veces tomaba drogas, era tres años mayor que yo y por aquellos días me parecía una persona un poco autoritaria. Pensaba que era su forma de ser y que todos teníamos nuestros defectos, ¿entiendes? - le explico a Adam excusándome todo y aún no habiéndole explicado la peor parte. - Y le quería.
» Estuve saliendo con él mucho tiempo y eso le extrañó a todo el mundo. Nuestros perfiles eran totalmente opuestos y además yo no solía salir con chicos más de una pequeña temporada, apenas tenía 16 años y no quería relaciones serias, pero todo me parecía diferente y la verdad es que sí, todo era diferente. No hace mucho, quizá hará seis meses atrás de que me di cuenta de esto. Adam él no se portaba bien conmigo y yo estaba demasiado ciega... él me maltrataba. - Adam despega la espalda rápidamente del cabecero causándome un susto terrible - Quizá pienses que es una conclusión precipitada y sé que suena mal. Realmente mal, quizá pienses que exagero pero él... le llegue a tener pánico. Tenía miedo de mirarle a los ojos, solo pensar en su voz me hacía temblar, Adam. - digo al borde de las lágrimas.
-¿Cómo? Gi, tranquila, respira. Explícame eso bien. - Adam tiene una cara de alarma.
- Nunca pensé que se tratara de maltrato pero mientras he estado aquí, alejada de Irlanda, he pensado mucho y me he dado cuenta de que quizá sí que lo era. Al principio todo iba genial, Brad se portaba bien conmigo, pasó el tiempo y nos cogimos más confianza. Algunos días le notaba malhumorado y me mandaba callar. No podía abrir la boca sin que él me reprochara nada. Poco a poco empezó a hacerme sentir inútil, eso fue a más y empezó con los insultos. No me dejaba ponerme según qué ropa, no me dejaba relacionarme con mis amigas y con mis amigos aún menos. Me revisaba las llamadas y mensajes del móvil, no me dejaba hacerme fotos y ni siquiera me dejaba salir de casa. Poco a poco empezó con simples empujones, pellizcos, me agarraba fuerte de los brazos, bofetadas... cuando se cabreaba empezaba a tirarme cosas. Todo lo que tenía a mano acababa encima de mí. Tenía heridas y moratones por todas partes pero entonces él se disculpaba y todo volvía a ser normal. Era un círculo vicioso. A pesar de todo le quería y anteponía su felicidad a la mía.
Me intenté refugiar en el tabaco pero Nathan se dio cuenta y tuve que dejarlo, así que pasé a refugiarme cortándome las muñecas. Me sentía tan insegura que dejé de comer y estos son los problemas que arrastro por su culpa. - Se lo explico todo a Adam de un tirón, como cuando necesitas echarlo todo fuera y te enfocas en ello sin darte cuenta de qué pasa a tu alrededor. Me doy cuenta de que Adam me está cogiendo fuertemente de la mano y que no me ha soltado durante todo el relato.
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Thin skin
Fiksi RemajaCuando tienes la piel más fina que los demás todo te afecta de manera diferente, todo es mucho más duro y doloroso. Georgia es esa clase de persona de piel fina y ya no confía en nadie. Quiere ser una chica solitaria, convencerse de que es fuerte, d...