Forty.

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Sólo un mes y días habían pasado desde que la cosa se terminó. ¡¡Sólo un mes y días!! Y no es que lleve la cuenta, no crean eso.

Muevo mi cabeza y me encamino de nuevo a los libros, pero esa maldita voz aguda no me permite concentrarme. La curiosidad me mata, quiero saber quién es ella, pero me recuerdo a mí misma que seguro ella es la chica de la semana y no durará mucho, que él hará lo mismo que hizo conmigo.

Aun así no me puedo quedar quieta, ando dando vueltas por la sala como un ratoncito a cuerda, sin ningún tipo de ganas de seguir estudiando. La poca voluntad que tenía me la quitó esa escena.

Pienso en llamar a Clarie, pero debe estar ocupada estudiando. Ella es la única que sabe la verdad y en la que puedo confiar, pero tampoco puedo molestarla toda la vida.

Mi celular suena, y por la luz led de notificaciones me doy cuenta de que es solo un mensaje de texto. Lo tomo y abro el mensaje:

De Scott:

"Julia perdona por molestarte, pero Susan me ha dicho que tú tienes una copia de más de algunas cosas que dio Colder la semana pasada, me preguntaba si me las podías prestar. 19:08 p.m

Busqué las hojas para asegurarme de que si las tenía.

De Julia:

Claro, aquí las tengo. 19:10 p.m

De Scott:

No tienes problemas en que vaya a tu apartamento a buscarlas? 19:10 p.m

De Julia:

Claro que no, ven ahora si quieres. 19:10 p.m

De pronto se me ocurrió la genial idea de decirle a Scott que trajera sus apuntes y estudiáramos juntos, pero ¿Seria correcto?, según Susan no tenía novia que pudiera hacerle problema, aunque tampoco lo quiero para nada de eso, es decir, para no estar sola, me siento una ermitaña.

De Julia:

Si quieres, puedes venir y estudiar conmigo, estudiar solo te dan ganas de suicidarte. 😂 19:14 p.m

De Scott:

Jajajaja, bueno, si no es molestia. 19:15 p.m

***

Como unos treinta minutos después el portero sonaba y luego alguien golpeaba mi puerta.

Abrí la puerta y vi a un Scott sonriente con una mochila negra en su hombro y una bolsa de donas en su mano derecha. Me hago a un lado haciendo referencia a que puede pasar.

–Traje algunas delicias para poder estudiar.– pasa a mi apartamento y deja la bolsa de donas en la mesa ratona del living, que dicho sea de paso, no tiene ni un espacio vacío porque está lleno de cuadernos y libros.

–Lejos de estudiar, voy a engordar como unos cinco kilos con esas delicias.

Me voy a la cocina y saco dos vasos del gabinete, abro la nevera y saco una jarra de jugo fresco.

–Qué hablas, si tú eres flaca.

–Mis ganas.– ruedo los ojos y después río.

Él entra en la cocina con la bolsa de donas en la mano. – ¿Las podrías poner en un plato?

–Sí.– se las recibo.–Tú lleva esto a la mesa.

***

Estuvimos como dos horas más estudiando y ayudándonos entre los dos con conceptos que no entendíamos. Realmente había pasado una linda tarde con Scott, era como Susan pero un poco más divertido y chistoso. Las donas no duraron mucho, pues mientras leíamos un párrafo, nos comíamos una dona y estuvimos así toda la tarde.

Regresaras de Rodillas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora