Regresaras de Rodillas.

Forty Three.

  Cuando llega la noche, me junto con James, como habíamos quedado. Él se llega por mi apartamento y luego nos vamos en su auto a dar un par de vueltas. La noche de otoño es muy fresca, no sé porque salimos en medio de este frío, pero supongo que los dos necesitamos un poco de aire para nuestra mente.
Él decide parar en un bar y bajamos del coche.
Mientras nos sentamos en una mesa, me cuenta como ha ido su largo día tratando de buscar la forma de que Clarie lo mire, con odio aunque sea, pero sin resultado y algunas cosas sobre su casa. Su madre sigue enferma. Le doy un par de consejos y luego él decide dejar de hablar de ella porque va a comenzar a beber y es día de semana así que no nos conviene emborracharnos. Demasiada bebida por todo el mes para mí. Creo que para todo el bendito año.
—¿Qué tal te fue con Lila? — pregunta cambiando de tema.
—Bien — juego con mi vaso medio vacío. — es amable.
— Que bueno que el señor Catania te haya dado otra oportunidad para dar el examen.
— Tuve suerte. No creo que en otra ocasión me hubiera dejado esta posibilidad.

Nos quedamos un rato en silencio y luego sin pensarlo le digo:

— Vi a Julia en la biblioteca hoy. Estaba con un idiota, que seguramente la quiere follar y ella lo hace a propósito para hacerme doler.
—Hermano olvídala. La vida continua.
—Es difícil ¿Si? — me hago hacia atrás en mi asiento.—Es difícil si ella se anda paseando de un lado para el otro con ese idiota.
— Pero ¿Qué puedes hacer tú? ¿Romperle la cara y tirar su cuerpo medio muerto en algún descampado?
—Por supuesto. — bebo el sorbo que me queda en el vaso.
— Claro que se puede, pero requiere un plan elaborado, mucho cloroformo, preguntas con la policía... mucho lío.
—James eres un idiota. — me río a carcajadas. —Supongo que lo mejor que puedo hacer es solo pensar en mis exámenes. Me lo repito todos los días para convencerme.
—Es lo mejor. Y... pasaras mucho tiempo con Lila... — hace un gesto sugerente, levantando sus cejas.
— James, ni lo pienses.
—Vamos, es linda... si le quitas esos lentes puedes ver unos hermosos ojos verdes. Además tiene lindos... — y hace en el aire como si estuviera estrujando un par de pechos.
Me río por su pensamiento imbécil.
— No lo haré, ni si quiera me fije en sus ojos o en sus pechos James... sólo la veré para que me ayude con el examen y listo, después de ahí no volveremos a cruzarnos.
— Yo creo que ella sería una buena distracción para que te olvides de Julia por lo menos como amiga. — termina el contenido de su vaso y se recuesta en su silla.
— No hables de mujeres.
—Tú sacaste el tema.
— Me odio, en serio.
—Mira, he traído esto. — saca de su bolsillo una pequeña cámara que la reconozco perfectamente.
— ¿De dónde has sacado eso?
—Estaba en tu apartamento, tirada detrás del sofá. La debiste haber aventado en un momento de borrachera.
—Tírala o quédatela.
—¿Seguro? Hay tomas muy buenas en este...
—Que te la lleves. —lo interrumpo —si quiero comenzar a olvidar a Julia este es el siguiente paso a seguir.
—Ok, me lo llevaré... —la guarda. — Cuando la quieras de vuelta sabes que puedes pedírmela.
—No creo que lo haga. —niego con la cabeza. — aun así no te filmes con otras personas por favor. —bromeo riendo.
— No te aseguro nada. Podría llegar a ser el nuevo protagonista de Brazzers. — reímos los dos a carcajadas.
—Creo que tengo que volver a mi casa de nuevo.
— Vamos, te llevo.

Julia—

Cuando termino de almorzar con Scott vuelvo a la universidad y asisto a mis últimas clases.

Cuando salgo me doy con la sorpresa de que Patrick me esperaba a la salida.

La verdad es que es muy atento, me alegra saber que por lo menos volver a la ciudad iba a tener algo positivo. Me da curiosidad saber por la relación que está empezando con Clarie. Ella me ha dado algunos pequeños relatos, pero se hace la misteriosa y no me termina diciendo del todo si ya van para serio o no. Igual aunque él sea mi hermano le advertí que era un mujeriego, pero ella lo prefirió a él antes que a James y entre James y mi hermano creo que es mejor mi hermano.