Sentía como la lluvia seguía cayendo. Eran las tres de la madrugada y llovía torrencialmente. Miro desde mi cama como el agua choca violentamente contra la ventana y uno que otro relámpago espeluznante a lo lejos. El ruido de la lluvia me era tan molesto que no me dejaba dormir. Y daba vueltas en mi cama desesperada porque el sueño viniera.
—Tal vez si bajo a ver algo en la tele pueda dormirme.
Salí de mi cama de un salto y baje las escaleras lo más silencioso posible. Di una vuelta rápida y me tiré en él tomando el control remoto.
Prendo con la esperanza de que haya algo en la tv o que por lo menos mis padres sigan pagando Netflix y no. No hay nada. Todo los canales interferidos por la lluvia. Seguro el viento y la lluvia movieron algún cable o la antena.Sin mas que hacer me voy a la cocina y saco de la heladera un trozo del pastel de manzana de mamá con vaso de jugo y me siento en la cocina a comer.
Esos antojos madrugadores.
Sigo comiendo y luego miro me teléfono para entrar en alguna pagina y ver algo, para distraerme o hacer que el sueño venga a mi. De pronto la silla se siente cómoda y me recuesto un poco en la mesa pero aún así sigo pasando el inicio de facebook leyendo las tonteras que publican mis contactos.
Evan—
Uno de los truenos de la tormenta me despierta. Miro por la ventana y veo como la lluvia sigue cayendo.
Siento mi boca un poco seca, así que supongo que no importaría que baje y tome algo de jugo. Asi que lo hago lentamente y sin hacer ruido. Aunque se escucha más la lluvia que otra cosa.
Cuando llego a la planta baja me dirijo a la cocina y me sorprendo al ver que la luz está prendida. Bueno al parecer no soy el único con la boca seca.
Me asomo un poco más para ver quién es el que está en la cocina y lo que veo realmente me da ternura y algo de gracia también pero me quedo en el umbral de la puerta observando un buen rato.
Julia estaba recostada en la mesa, dormida con su celular en la mano, un vaso de jugo hasta la mitad y medio pastel de manzana en un plato con un par de cucharazos.
Fui hasta la heladera y me serví jugo apagando la sed sin sacar mi mirada de ella. ¿Qué hago? ¿La despierto o la llevo así dormida y todo a su cama?
Si se despierta y tengo que decirle algo será muy incómodo, así que mejor la llevo así como está. La cargó en mis brazos mirando su curioso pijama, que consistía en un pantalón rosa holgado y una sudadera con la frase Sweet Dreams.
Qué ingeniosa.
Subí sin problemas las escaleras y luego entre a su habitación o la que era su habitación. Las cosas seguían igual. Nada había cambiado. Algunos posters viejos, fotos familiares, el tocador que nunca usaba que estaba lleno de libros porque el estante que tenia ya no daba abasto. Todo sigue igual como lo recuerdo.
Las sábanas ya estaban abiertas, así que lo único que hago es meterla y luego taparla suavemente.
Un trueno fuerte suena un poco más cerca y ella se levanta de golpe, llevándome un susto terrible, poniendo mis manos en el pecho y ella mirando hacia todos lados.
—¿Qué pasó? — dice asustada, luego parece notarme y me mira expectante.
—Te quedaste dormida en la cocina y te traje de nuevo. — me encojo de hombros.
—oh, gracias. — dice saliendo de su cama y buscando algo en el armario.Yo no tengo más nada que decirle y luego doy media vuelta para volver a mi habitación.
—Espera. — me dice.
A partir de lo que sucede ahora estoy realmente sintiendo nervios.
Me dijo que espere, que no me vaya... será para...
—¿Te sobran frazadas? Esta helando mucho.
Bueno, no era lo que pensaba. Claramente no va a pedirme que me quede a dormir con ella por mucho que lo deseara.
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Regresaras de Rodillas.
Teen FictionJulia había sido engañada como miles de chicas. Su primera vez tenía que ser un momento especial, tierno y romántico. Sin embargo, no eligió muy bien al chico a quién entregarle su virginidad. Evan Stone y Julia Watson era los mejores amigos. Como...