Fifty Nine.

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Evan.—

Julia no me contestaba los mensajes desde el medio día, me rendí cuando llegó las doce de la noche.

El chico que me ayudó llegó justo antes de que me dieran el alta. Julia me había dejado la ropa y se había ido así que no tuvo el placer de conocerlo.

Estuve tan agradecido que lo invité a cenar el domingo así  Julia podía conocerlo. Además es muy sociable y simpático. A Patrick y a mi nos cayó bien desde un principio, supongo que en su estadía podría pasar  tiempo con nosotros y lo llevaríamos a conocer  los centros turísticos. Se nota que es un chico que le gustaba salir y divertirse como nosotros. 

Julia me ignoró por completo, pero tenía que volver al apartamento.

—Hola Cielo, ¿Cómo va ese informe?

Cabizbaja y con aspecto cansado, suspira:—Le falta poco, para el Lunes lo tendremos listo.— bosteza.—¿Tú no deberías estar en la cama, durmiendo?

—No podía irme a dormir hasta que no vinieras.— me levanto y dejo un corto beso en sus labios.

—Dejé mis plantas solas por venir a tu apatamento, así que más te vale que te portes bien y hagas todo lo que te dijo el médico.— me apunta con el dedo índice de manera divertida y deja su bolsa en el sofá.

—Tus plantas pueden vivir sin ti.— me burlo.— tenía planeado travesuras.— le guiño un ojo mientras la sujeto por a cintura.

—Con ese brazo así, no.— dice severamente y se aparta de mi para ir hasta el baño.

Siento la ducha abrirse entonces me dirijo hacía uno de mis cajones y saco una de sus bragas limpias. Paso al baño y se la dejo allí para cuando salga de la ducha.

Tengo un cajón lleno de bragas de Julia, para poder usarlas como excusa y pretexto en ciertas situaciones, de las que Julia quiere huir poniendo como excusa "no tengo ropa" así que he secuestrado varias prendas de Julia y las tengo aquí para ocasiones especiales.

—¿Te presto una sudadera, Cielo?

—¿Qué haces aquí?— habla por detrás de la cortina de baño.— ve a la cama.

—Tengo más ganas de correr esa cortina.

—No seas idiota Evan Nicholas Stone.

—Pero ya te conozco sin ropa, Julia.— me quejo como niño pequeño.

—Sigues castigado y el doctor dijo reposo.— siento el agua caer y caer.

—Pero el resto del cuerpo si lo puedo utilizar, todo lo que sea cintura hacía abajo.— sonrío sabiendo que probablemente ella está sonrojada en estos momentos.

—Estoy algo casada. — si voz es baja. Algo sucede con Julia.

—¿Pasó algo con Clarie?

—No, claro que no.

—Te conozco Julia, desde que entraste al apartamento estas algo rara.

Siento la llave del agua cerrarse.

—Estoy cansada, de verdad.— abre la cortina y toma rápidamente una toalla.

—¿Segura segura?— la tomo de la cintura juntando lentamente nuestras frentes.

—Sí, bobo.— me besa.— deberíamos ir a la cama, es demasiado tarde.

—Te espero allí.

***

Julia.—

Al despertarme, veo a Evan con su pelo despinado y con su mano en mi pecho izquierdo. Es pervertido hasta en dormido. Me alejo sin hacer muchos movimientos bruscos y me levanto para ir al baño. 

Regresaras de Rodillas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora